-A pesar de todo, fue muy bonito conocer Londres.
Kelly y Angie estaban en un Café. Como prometieron ser amigas estos últimos días que Angie estuviera en Inglaterra.
-Angie-dijo su nueva amiga algo nerviosa y con la mirada perdida-Si no te quieres ir, no lo hagas...
Angie sonrío dulcemente y le dijo:
-Kelly, no te preocupes por mí. Todo estará bien, te lo prometo... como tu nueva amiga que soy.
-Pero, ¿No crees que es sacrificado?
-Lo es. Pero si el destino me ofreció trabajo en Estados Unidos, mi hogar, será mejor que sea individualista y vea primero mi futuro.
-Me siento tan mal por ti, creo que estoy siendo muy mezquina.
-¡Claro que no, Kelly! Ademas, Edmund debe estar tan triste por la pelea que tuvieron ambos, que ni siquiera me ha ido a visitar a mi casa.
-Estoy tan triste por lo que paso con él...
-Mañana es la fiesta de primavera, ahí podrás volver a verlo...
-Ira a ese baile contigo.
-Lo sé, pero... no te preocupes por eso.
-¿Estas segura de todo esto?
-Kelly, algo me dice en mi interior que mi futuro no es aquí. Se que todo se me recompensara en Estados Unidos.
Ambas se abrazaron.
-La fiesta es mañana... y yo ni siquiera tengo un vestido.
-Tengo uno que te encantara, lo sé.
Y llego el gran día...
Angie le presto un hermoso vestido a Kelly, para que lo usara en la fiesta. Todos los chicos de la escuela se vestían con elegantes atuendos para poder deslumbrar.
Edmund, por su parte, usaba un lujoso terno. Susan arreglaba su corbata.
-Edmund, ¿Puedes poner cara de emoción? Por favor-pidio Susan, algo molesta.
Él sonrío irónicamente, lo que causo la risa de Lucy y Peter, que estaban al rededor.
-Estoy algo atrasado, Susan. Tengo que ir a buscar a Angie.
-Ya, ya termine. Ve rápido, nosotros llegaremos mas tarde.
Él, a paso rápido, fue en busca de Angie. Ella lucía muy bien su vestido.
-No te veía hace días, Ed-dijo ella.-Ya casi creía que no ibas a venir ahora.
-Lo siento, no había podido venir y demore porque Susan reviso cada detalle de mi atuendo.
-Te entiendo. ¡Luces como todo un hombre, Ed!
-Gracias, Angie. Tú te ves muy bien.
Ambos iban algo silenciosos a la fiesta. En sus mentes había un conjunto de confusiones.
-Kelly, ¿Ya estas lista?
Adela, Katie y Edith esperaban afuera de la habitación a Kelly, quien se demoraba bastante en vestirse.
-¡Ya salgo!-exclamo Kelly.
Abrió la puerta y quien salió parecía que no fuese ella, sino una mujer... o tal vez, una princesa.
Su vestido era muy elegante, rosado y femenino.
-Kelly, te ves divina-dijeron las tres amigas.
-Gracias, amigas.
-¿Donde lo compraste?
-Es mi secreto mejor guardado.
Las cuatro chicas fueron en un auto hasta el lugar de la fiesta.
Había una hermosa decoración, mesas muy elegantes, gente fina y música en vivo.
-¡Oh, esto es tan precioso!-exclamo Adela.
Se encontraron con muchas compañeras de su escuela y amigos de la escuela de al frente de varones. Todos lucían tan radiantes.
Kelly fue en busca de algo para refrescarse, pero lo que alcanzo a ver de donde estaba fue Edmund y Angie sentados frente a una mesa. No se veían conversando, mas bien, se veían muy incomodos.
Ella, al ver a Edmund, se puso algo nerviosa y lo primero que pensó fue "Que lindo se ve".
Mejor dejó de espiar y volvió con su grupo de amigas.
-¿No era que tenías una pareja para venir?-le pregunto Adela a Ryan.
-Pues, si-mintio Ryan para tratar de impresionar-Pero ella... esta en el baño.
-¿Ah, sí? y dime, ¿Cual es su nombre?
-Pues... Molly.
-¡Que extraño! Nunca conocí una chica con ese nombre en nuestra escuela.
-Si, que extraño, ¿No?
Hubo una pequeña pausa entre los dos.
-Y... ¿Que tal si bailamos por mientras?
-¿No se molestara tu chica?
-No, claro que no.
-Bueno, esta bien...
Ambos salieron a la pista de baile junto con mas de sus compañeros.
-¡Ven, Kelly!-la llamo Katie.
-¡Faltas tú!-apoyo Edith.
Ambas la invitaban a la pista de baile.
-En un momento, esperen-dijo Kelly, que tomaba un poco de refresco.
Ella, desde su lugar, reía al ver lo divertidas que se veían sus amigas bailando.
-¿No le has hablado?-pregunto una voz detrás de Kelly.
Se trataba de Peter.
-No, no le he hablado.
-¿Quieres algo para beber?-pregunto Edmund a su Angie, para tratar de acabar con el silencio incomodo de ambos.
-No tengo sed, gracias-dijo ella.
Una larga pausa luego vino después de eso.
Edmund, veía a todos sus amigos y amigas divertirse en la pista de baile, y se sentía hundido en un rincón al no estar haciendo nada al lado de Angie.
-Pareces aburrida-dijo Edmund.
-No, estoy bien-dijo ella.
-¿Sucede algo?
-No, no pasa nada.
-¿Que esperas para hablarle?-dijo Peter-Es el momento.
-Esta con Angie.
-Mira la cara de aburridos que tienen ambos.
-Estoy demasiado nerviosa como para hablarle y pedirle disculpas.
En ese momento, las miradas de Kelly y Edmund se encontraron.
-Creo que deberías hablarle-dijo Angie al notar que Edmund miraba a la chica.
-¿Que dices?
-Pienso que deberías hacer las pases con Kelly.
-Estoy seguro de que ella no quiere que le hable.
-Pues, entonces, hace algo que tú si quieres hacer. Hablarle.
Hubo una pequeña pausa, hasta que Edmund, bastante seguro le pregunto a Angie:
-Angie, ¿Que es lo que tú sientes por mí?
Ella, sin saber que hacer o que decir, solo se levanto de la silla en silencio y corrió al baño.
-Kelly, él sabe lo que tú sientes ¡Es el momento!
-¿Se lo dijiste?
-No, pero lo hice entrar en razón.
-Gracias, Peter, pero hiciste que ahora me pusiera mas nerviosa y colorada de lo normal.
Edmund, decidido, se levanto de su asiento y comenzó a caminar hacia Kelly.
"¿Que hago?"-decía la mente de la chica una y otra vez.
Pero ella, con una pizca de cobardía y pánico, corrió entre la multitud hasta encontrar la salida.
Edmund se sorprendió de su actitud, pero Peter le dijo que la siguiera antes de que se perdiera.
Kelly, una vez afuera, se dio cuenta que ya estaba comenzando a oscurecer.
Tomo una bicicleta cualquiera y se marcho en ella...
"Que cobarde soy"-pensaba Kelly, mientras unas lagrimas iban cayendo en el aire.
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