Cap. 21

(Relata Kelly, escribiendo en su bloc de notas que alguna vez le obsequio Adela para hacer su lista de invitados a su cumpleaños)


"Me encuentro en un tren directo a Bristol, miro el paisaje desde mi ventana y mi rostro se vuelve nostálgico. A mi lado se encuentra Tom, totalmente dormido, su cabeza vacila de un lado a otro con el movimiento del vagón.

No merecía estar en este viaje, solo se lo merecía Tom, quien creo la melodía.

La escuela del conservatorio obsequiaría un viaje a Bristol a la melodía que mejor le pareciera, para presentar la canción en un conservatorio de Bristol y la ganadora fue la canción de Tom, pero él sumo que yo también había sido parte de la creación de la melodía. No quería viajar, pero él me insistió tanto que me termino por convencer... y aquí estoy."


Kelly cerro su bloc de notas y lo guardo en su bolso. Trato de acomodarse en el asiento, apoyo su cabeza en la ventana y cerro sus ojos. Trataba de dormir pero a su mente solo se venían imágenes borrosas de Edmund. Sí, tenía cargo de consciencia fatal. Cada minuto se preguntaba en que podría estar haciendo Edmund... Se daba respuestas desde como estar sencillamente en su casa junto a su querida familia, hasta otras como, haberse ido a la guerra en los días que no lo vio o tal vez, conoció a otra chica por ahí.

Lo extrañaba, pero a la vez sentía haberse sacado un tremendo peso de encima.

Al fin pudo concebir el sueño.


"Kelly, despierta"- escucho en su oído y a la vez sintió el tren detenerse.


Llegaron a la casa, mas bien una especie de mansión, donde quien los guiaba era una ama de llaves, bastante anciana, pero su delgadez, buena postura, y buen vestir le quitaba años de encima. Su nombre era Rose y tenía un aspecto molesto.

Los iba guiando al caminar por la hermosa casa.

-Alojaran en esta casa mientras estén en Bristol, esta no es cualquier casa de alojamiento, aquí solo alojan músicos como ustedes- explicaba Rose- Y por motivos claros no pueden salir de aquí a menos de que se les ordene, ya saben lo peligroso que es Inglaterra en estos tiempos.


"Junto a Tom asentíamos con la cabeza cada vez que nos decía algo mirandonos a la cara.

Yo tenía la sensación de que si soltaba alguna palabra, ella respondería de una manera bruta.

Quizá solo eran ideas mías.


-Disculpe, señora-se atrevió a hablar Tom-Pero, ¿Cuales son nuestras habitaciones?

-Siganme-respondio ella, sin mirarlo.


Si no me equivoco, subimos tres o dos escaleras casi infinitas, un pasillo muy largo y al fondo estaban nuestras habitaciones. Una al frente de la otra.

Me sentía tan aislada del mundo en ese lugar, que no tuve miedo de vivir en una época de guerra.


-¿Ustedes no son pareja, cierto?-pregunto la señora.

-No, claro que no lo somos-me apresure en responder.

-Si me necesitan para cualquier emergencia, estaré en el living-dijo ella alejandose.


Entre a la que sería mi respectiva habitación estos días, era una pieza muy grande, fresca y acogedora.

Me tire sobre la cama, era bastante blanda. A mi lado derecho había un hermoso espejo y al izquierdo un gigantesco closet.

Me levante y fui a abrir la ventana,

De inmediato entro aire fresco, el paisaje era totalmente hermoso, la mansión contaba con un inmenso patio cubierto de áreas verdes.


-Esto es casi el paraíso- dijo Tom, muy emocionado-¡Que daría por vivir aquí siempre!

-Pues, sí... es muy lindo-dije no con la misma emoción de él.

-¿Que tal si vamos a practicar nuestra canción al piano de cola de la habitación de los instrumentos?

-Lo único que quiero ahora es dormir, Tom-respondí dulcemente, para no sonar hiriente.

-Esta bien, entiendo-dijo él- Será mejor que ambos nos vayamos a dormir, también estoy muy cansado.

-Entonces... Buenas noches, Tom.


Él, lentamente fue abandonando la habitación y antes de cerrar la puerta me deseo las buenas noches.

Busque mi pijamas en la maleta, y al moverme, el collar que habita en al rededor de mi cuello, choco en mi mentón.

El collar con forma de corazón que me regalo Edmund.

Edmund, ¿Que estará pasando con él?"


Al otro día...


"La luz del sol se acomodo en mi cara.

Desperté de inmediato, era un día precioso y de un salto escape de la cómoda cama.

Hace mucho no despertaba con ánimos.

Creo que eso me hacía falta: un poco de paz, estar sola y una cómoda cama para dormir.

Cepillaba tranquilamente mi cabello, cuando alguien toca la puerta.

-¿Si?-pregunte.

-Señorita, ya es hora de desayunar-dijo la ama de llaves-¿Ya esta lista?

Dejé el cepillo a un lado y comencé a vestirse rápidamente.

-Ya voy, ya voy-dije-Deme un minuto, por favor.


Ocupe un poco de perfume y salí de la habitación, la ama de llaves me esperaba en el pasillo, como si yo fuera a escapar.

-Buenos días-le dije amablemente.

-Buenos días-respondío ella.

-¿Y Tom?

-Ya esta en el comedor, esperando. Se levanto muy temprano y ensayo toda la bendita mañana con el piano de cola.

-Oh, vaya...

Me sentí algo culpable. Tom esforzandose para dar una buena presentación, y yo, disfrutando de la maravillosa cama en la que dormí.

Me disculpe con Tom en el desayuno, obviamente él dijo que no le molestaba y que teníamos todo el resto del día para practicar."


Edmund se sentó en un banquillo de la plaza.

Para que mencionar todo lo que estaba sintiendo en estos momentos tan horribles.

Apoyo sus codos en sus rodillas, y su cara en sus manos.

Tenía muy preocupado a su mamá y sus hermanos, por su actitud tan depresiva estos últimos días, ya que había dejado de ir a los partidos de rugby, dejo de ver a sus amigos, dejo de comer.... No se sentía con nada de animos. Por eso escapo por un rato de su casa.

"Tal vez, necesito llorar un rato... no, ya he llorado mucho... eso no es tan digno de un hombre"-pensó Edmund.

De repente, siente que alguien se sienta al lado de él. Un cuerpo femenino, lo noto por la suavidad al sentarse.

Deseó que fuera Kelly esa mujer, pero sabía, que no era ella de quien se trataba.


-No te sientas mal-dijo una voz- Ella te ama mas que nunca.


Edmund lentamente quito las manos de su cara, miro a su lado, y se trataba de Adela.

-¿Donde esta ella?

-No esta aquí, pero volverá en un par de días.

El chico volvió a juntar sus manos con su cara, y odió como nunca la respuesta de Adela.

-Tu respuesta no me sirve de nada.

-No te sirve de nada saber donde esta ella ahora.

Edmund, algo molesto, volvió y quitarse las manos de la cara.

-Entonces, ¿Que es lo que quieres?

-Que sepas que ella te ama.

-Ella me dejó.

-Solo para despejarse un poco, necesita aclarar sus dudas y también momentos de tranquilidad. Kelly esta muy estresada.

-Yo pienso que ella ya no me quiere...

-Pues, entonces no pienses, porque no es así.

-...pienso que ella quiere a ese otro chico, su compañero de conservatorio.

Adela se quedo sin aire al oír eso.

-¿Y por que crees eso?

Edmund se encogió de hombros.


"Pues, sí. El piano de cola de esta inmensa mansión era mucho mejor que el que yo conservaba en casa.

Toque unas cuantas melodías y quede encantada, no se que me sucedía con ese piano, me daban ganas de tocar por varias horas mas sin parar, tenía un sonido mas especial que otros pianos que había tocado.


-Al parecer quedaste maravillada con el piano-dijo Tom, colocando sus manos sobre mis hombros.

-Hay algo que lo hace diferente, pero no se que es-le dije.

-Tal vez... Kelly te dejaré por un rato, iré a buscar algo que olvide...

-Te espero...


En la habitación en que me encontraba, estaba llena de libros y diferentes instrumentos musicales.

Era muy amplia, podía pisar una suave alfombra y tenía un gran balcón.

Me anime a tocar melodías creadas por mí, no son mejores que las que crea Tom, pero tampoco están tan mal.

No se cuanto estuve tocando el bendito piano, ¿horas o segundos? tan solo me dejé llevar, improvise y cree nuevas melodías.

De repente, escuché el ruido de la puerta abriendose, supuse que era Tom, pero no era así...


-Toca muy bien el piano, señorita-dijo la voz de un hombre maduro.

Voltie algo asustada, se trataba de un señor, al rededor de cincuenta años vestido elegantemente.

-Gracias-agradecí algo asustada por no saber quien era.

El señor usaba un bastón, lentamente se acerco y se apoyo sobre el piano.


-Que descortés de mi parte no haberme presentado-dijo el caballero con una dulce sonrisa- Mi nombre es Daniel Pevensie, soy profesor de música y dueño de esta casa.

-Oh, con que usted es el dueño-dije- Un gusto conocerlo, yo soy Kelly Swanson... estoy en el conservatorio de música de Londres.

-Sí, lo suponía... pero, ¿No eran dos jóvenes?

-Pues, sí... Tom fue a buscar algo, ya vuelve... Disculpe, ¿Fue mi idea o dijo que su apellido era Pevensie?

-No, no fue tu idea-dijo riendo- ¿Por que? ¿Conoces a la familia Pevensie en Londres? ¿Los cuatro niños Pevensie?

-Sí... Y mas que a nadie.

-¡Que coincidencia! Bueno, yo soy primo de uno de sus tías, una llamada Polly.

-Sí, también la conozco... pero nunca me dijeron que tenían un familiar músico.

-Yo tan solo soy un familiar lejano para ellos.... ¿Tú eres muy cercana a ellos?

No supe como responder ¿Como explicar mi respuesta? Solo balbucie quedando como una ridícula.

-¿No será que tú eres... la novia de Edmund?

Lo mire con impacto.

-¿Como supo?

-Hace unos meses me invitaron a una reunión familiar, cosas que suceden una vez al año, y al parecer tú no pudiste asistir... Edmund me hablo mucho de ti en la cena, y entremedio de saber tantas maravillas acerca de tu persona, me dijo que estabas en un conservatorio de música.

-Vaya...

Volví mi vista hacía el piano. Oír cosas acerca de Edmund, me ponía la piel de gallina.

-¿Dije algo malo?-pregunto amorosamente el profesor.

-No, todo esta bien.

-Apenas te mencione a Edmund, tu cara se puso como si hubieras visto a un fantasma.

¿Es que tenía el poder de adivinarlo todo?

-Las cosas no van muy bien con él-respondí.

-Supuse que algo te tenía mal, por la melodía que tocabas en piano antes de que llegara, y entré al meollo del tema sin querer... No me infiltrare mas en tu vida.

-No, esta bien.

-¿Que tal si tocas alguna pieza para mí? Para mejorar el animo...

La verdad, en vez de subirme el animo, termino por colocarme muy nerviosa. Solo soy una principiante tocando una melodía para un maestro.

-Vamos, haz un intento-me animo el profesor.

Empece a tocar un conjunto de melodías que he creado durante todos estos meses en el conservatorio.

Note que el profesor oía con mucha atención y a la vez trataba de descifrar lo que cada nota trataba de decir".

Cap. 20

Ella, bastante nerviosa, tocó la puerta y quien abrió fue él.

-Hola-dijo Edmund, muy serio pero tapando toda su felicidad de volver a ver a su chica.

-Hola... ¿Puedo entrar?-preguntó Kelly.

-Sí...

Edmund se movió a un lado para que la chica entrara.

En el fondo, Ed estaba muy molesto por lo que había pasado... pero seguía viendo a Kelly como la chica de la cual estaba totalmente enamorado, su chica hermosa, la mas querida de todas.

-Necesito hablar contigo... a solas.-dijo Kelly, al ver la presencia de Susan que rondaba al rededor.

Edmund busco que su hermana lo mirara, pero ella tan pronto, y con una actitud desafiante dice:

-No desapareceré de mi propia casa.

-Vamos a mi habitación-propusó Edmund, al ver la poca disposición de su hermana mayor.

Ambos se dirigieron hasta allá, sin hablar solo una palabra.

Edmund se sentó en su cama, invito a la chica también, pero ella negó con la cabeza.

-Necesito decirte algo importante-comenzó Kelly.

-Pues... te estoy escuchando.

No se atrevía a mirar los ojos de quien fue su amigo, compañero y actualmente novio, desvío su mirada hacia cualquier otra cosa.

Sus manos comenzaron a sudar.

-Yo... yo quiero terminar con esto.

-¿Terminar con que?

-Nosotros, nuestra relación.

La expresión tranquila del rostro de Edmund cambio a una totalmente desesperada. Esperaba que de la boca de Kelly cayeran frases como "Lo siento", "Fue un malentendido" o quizá, "Tendré mas tiempo para ti, lo prometo".

-¿Por que?-pregunto Edmund, todavía tratando de aparentar que no estaba destruido por dentro.

-Quiero estar sola, ni siquiera tengo tiempo para mí, y ¿Como tendré tiempo para otra persona mas?

-Entonces... ¿Ya no te gusto?

-Sí me gustas, Ed... pero ya nada es lo mismo.

-Podemos recuperarlo...

-Esta relación nos esta matando a ambos, Ed. Es mejor terminar esto, antes de que las discusiones entre nosotros por mi falta de tiempo aumenten y antes de que tú... antes de que tú te vayas.

-¡Que fácil es esto para ti!- exclamo Edmund con rabia- ¡Que fácil ves toda esta situación!

-Claro que no, es lo mas difícil que he decidido en mi vida hasta ahora...

-¡Por Dios! ¡Solo di que te aburriste de mí, que ya no me quieres, que soy un estorbo para ti!

Kelly rompió en llanto.

-Sabes lo mucho que te quiero...

Salió de la habitación, y de su casa... al parecer también de la vida de Edmund.

Él, solo se acostó en su cama y comenzó a preguntarse como sería la vida sin Kelly.

Susan escucho todo lo que había sucedido y de inmediato entró a la habitación de su hermano a consolarlo.


Kelly corría por las calles, quitando sus lagrimas con sus temblorosas manos.

Llegando a una esquina, sin haberse dado cuenta, choca con alguien.

-¡Lo siento!-exclamo Kelly sin mirar.

-¡Kelly, soy yo!

Levanto su mirada y encontró el rostro confundido de una vieja amiga, Angie.

De inmediato la abrazo muy fuerte y sollozo con mas fuerza.

-Angie, estas aquí-dijo Kelly entre llantos.

-Sea lo que sea que este sucediendo, te prometo que todo estará bien-dijo Angie acariciando el cabello de su amiga.-Ya estoy aquí, amiga, tal como te lo prometí en la carta.


Rato después, Kelly se encontraba en casa de Angie, mas bien la antigua casa de su tía, que ocupo para pasar los días que ella estuviera en Londres.

Secaba sus lagrimas una y otra vez, Angie le ofreció una taza de café.

-¿Segura de que lo que hiciste, es lo correcto?-preguntaba Angie una y otra vez.

-Pues, realmente necesito un tiempo para mí-respondío Kelly-Necesito aclarar muchas cosas, sabes.

-Pero te ves muy afectada...

-Porque Edmund, obviamente, se lo tomó pésimo.

-Bueno... espero que todo esto se aclaré pronto, y que este tiempo alejados les favorezca, no me gusta verlos separados y tristes.

Cap. 19

Semanas después...


Edmund visitaba constantemente a su novia, pero ella siempre repetía frases como: "estoy cansada", "otro día, por favor" o "quiero dormir". Lo cual lo hacía sentir muy mal en su interior, y solo respondía: "esta bien, lo comprendo".

Él lo único que quería era pasar tiempo con ella, ya que sabía que le quedaba muy poco tiempo para estar con su novia, pero ella no respondía de la misma manera.

-Ed, por favor... estoy muy cansada.-dijo la chica en medio de un bostezo.

-Lo sé, siempre lo estas.

Kelly estaba tirada en su cama y él la miraba desde una esquina de la habitación.

-Veamonos otro día, ¿sí?-propuso la joven.

-¿Cuando? ¿Una vez que yo ya este en la guerra?

Kelly se levanto lentamente de su cama y su actitud cambio, a una molesta.

-¿Por que dices eso?

-Porque últimamente no hacemos nada juntos.

-Lo siento, he tenido muchas cosas que hacer durante el día que...

-Siempre estas cansada-interrumpio a Kelly-y eso me esta cansando a mí.

-¿Que quieres decir?

-Que me estoy aburriendo de lo nuestro. ¡Pareciera que ni siquiera fuéramos una pareja!

-Edmund, eres un inconsciente.

-Tú eres la inconsciente que a veces se le olvida que en cualquier momento me iré de aquí... ¿Realmente crees que esto puede continuar así?

Edmund, casi echando humo de la cabeza, salió volando de la habitación de Kelly... Ella lo siguió para tratar de detenerlo y apaciguar las cosas.

Apenas abrió la puerta se encontró con una gran e incomoda sorpresa.

-Hola-era Tom, y en su mano sosteniendo un hermoso clavel-¿Esta Kelly en casa?

Antes de contestar, Edmund lo mira de pies a cabeza. Un sofisticado joven, que se notaba que era de una clases acomodada.

-¿Quien eres tú?-pregunto Edmund, imaginandose lo que cualquiera en su lugar, hubiera pensado.

-Oh, perdón por no presentarme-dijo amablemente el chico-Yo soy Tom, y soy compañero de Kelly en el conservatorio, Tú debes ser su primo o algo así, ¿no?

Edmund se volteo a ver la cara de la chica, buscando una respuesta. Llego en el momento menos apropiado.

-Oh, Kelly ahí estas-dijo Tom-Vine para practicar la melodía en piano.

Ella, confundida, no sabía que decir, hasta que Edmund le dice:

-Tienes tiempo para cualquier otra persona, menos para mí.

-Ed, no pienses así...

Él, molesto salió de la casa, esquivando a Tom al pasar, monto su bicicleta y se fue a todo pedal hasta su casa.

-¿Que le sucede a él?-pregunto Tom, inocentemente.

-Acabas de aumentar mi pelea con mi novio-respondio Kelly.

-¡Oh! ¡Lo siento mucho, no fue mi intención!

-Tom, ¿Que haces aquí? ¿Y que haces con un clavel en tu mano?

-Pues... venía a ensayar contigo la canción en el piano... y el clavel...pues, olvidalo ¿si?

-Tienes razón... lo había olvidado por completo.

-Si quieres... lo podemos dejar para otro día...

-No, sería descortés de mi parte. Ven, entra a casa.

Tom dejó caer el clavel fuera de la casa...


Al otro día.


Edmund se reunía con sus ex-compañeros de la escuela para un sencillo partido de rugby, como en los viejos tiempos, no llego con el mejor animo pero si con toda la disposición para compartir con amigos que no veía hace mucho tiempo. Trato de aparentar que estaba muy bien.

-¿Vendrá Kelly?-preguntó Ryan, antes de comenzar el partido.

-No creó-respondío Ed.

-¿Algo anda mal entre ustedes?

-Todo anda mal.

Justo el entrenador dio la orden de empezar.

Ambos recordaron los viejos tiempos, jugando y divirtiendose.

Edmund miraba cada minuto afuera de la cancha, teniendo la ilusión de que Kelly estaría ahí, mirando, sonriendo y alentandolo, como lo hizo alguna vez. Pero eso solo corría por su mente, ya que ella se encontraba tocando una melodía de piano, para Adela, en su casa. Ademas de sumarle que olvido por completo el partido de rugby de su novio... si es que aun lo eran.

-¿Como va todo con Edmund?-Pregunto Adela, una vez que su amiga dejó de tocar el piano.

Antes de responder, la delgada chica dio un profundo suspiro y respondió:

-Ayer tuvimos una fuerte discusión.

-¿Por que?

-Porque yo no he tenido tiempo de nada... ni siquiera de juntarme con él a caminar por las calles, como lo solíamos hacer antes-explico Kelly-Ayer exploto por toda esta situación, junto con sumarle, que justo apareció Tom en mi casa y Edmund mal interpreto todo.

-Kelly, ¿realmente no sucede nada con ese tal Tom?

-¿Que estas tratando de decir?

-A veces siento como si el fuera tu novio, ya que pasas mas tiempo con ese chico y me hablas sobres las cosas que hiciste con ese chico durante el día.

-Adela, Tom es mi amigo y compañero en el conservatorio.

-Pero, ¿aun amas a Edmund? A veces creo que últimamente se ha vuelto una especie de estorbo para ti.

-Pues...-Kelly sentía que el corazón se le caía a pedazos- Lo que yo creo es que no tengo ganas de tener una relación amorosa por ahora, tan solo mirame, ¡Estoy tan cansada de todo! Me siento sin ánimos, sin ganas de hacer algo...

Tan solo mirar la dilatada cara de Kelly y su frágil cuerpo bastaba para creerle.

Apoyo su cabeza sobre el piano, produciendo un enredo de notas horrible y comenzó a llorar.

-Si no quieres algo con él, solo dejalo- dijo Adela acariciando el cabello de su amiga-Es lo mejor y lo mas sincero que puedes hacer en estos momentos de confusión. Tendrás tiempo para pensar y hacer mejor las cosas.


El partido había terminado. Edmund con sus amigos la habían pasado muy bien... pero en su interior, se seguía sintiendo horrible.

Su corazón se detuvo al sentir tras su espalda la contextura de una mujer, y unas suaves manos que cubrieron sus ojos delicadamente.

-¿¡Kelly!?-exclamo Edmund, muy emocionado.

-No, no lo soy-dijo ella.

-¿Angie?-dijo Edmund, reconociendo su voz de inmediato.

Ella quito las manos del rostro de Edmund, este voltio y efectivamente era ella.

Una gran sonrisa despertó en la cara de ambos jóvenes y espontáneamente se abrazaron.

-¡Tanto tiempo!-exclamó Angie.

-¿Que... que haces tú aquí?-pregunto Edmund confundido y a la vez muy contento.

-Pues, ¿Kelly no te lo dijo?

-¿Decirme que?

-¡Oh, olvidalo! ¡Quiero ver a Kelly! ¿Donde esta ella?

-En su casa, tal vez..

-¿Estas queriendo decir que no vino a verte?

Edmund bajo su mirada, solo se quedo mirando los hermosos zapatos de material fino de Angie.

Una muchedumbre se acerco a ellos en ese momento, para saludar a Angie. La mayoría de quienes estaban ahí lo reconocieron de inmediato, un festival de abrazos y saludos se inicio en ese momento. Los piropos fueron inevitables entre los chicos que rondaban a Angie.

Una vez que todos se despidieron, Edmund invito a Angie a su casa.

-¿Que te trajo a Londres otra vez?-pregunto Ed mientras iban lentamente caminando por la calle.

-Tú, Kelly y el resto de los maravillosos amigos que conocí aquí-respondio ella.

-Sigues igual de noble que siempre...

-Oh, ¿Vamos a casa de Kelly?

-Pues... No lo sé.

Hubo una pequeña pausa.

-¿Esta todo bien con ella?

Edmund se sentó en el banquillo mas cercano que encontró, y la chica a su lado.

-Todo esta mal, Angie... y no se que hacer con esta situación.

-¿Todo esta mal?

-Pareciera que Kelly ya no me quiere, como me quiso alguna vez.

-Pero ella te ama...

-Angie, tú no has estado aquí estos últimos años...

Cap. 18

-¿Sabes, Peter? Estoy tan preocupada por Edmund.

Susan se sentó junto a Peter, quien leía un periódico muy tranquilamente.

Al oír a su hermana, dejo el periódico a un lado y muy extrañado, pregunto:

-¿Que te preocupa de Edmund?

-No se como empezar-dijo ella.-Es que... lo he notado muy extraño este ultimo tiempo.

-¿Que quieres decir?

-Pues... que ya no es el mismo.

-Oh, debe ser por el asunto de enlistarse, ¿no? Debe estar preocupado por ese asunto, pero lo comprendo, hasta yo lo estoy...

-No es por eso, Peter-interrumpio Susan, algo molesta de que su hermano no la comprendiera.

-Entonces, ¿Que es?

-Edmund ya no es el mismo desde que entablo una relación amorosa con esa chica... Kelly.

-Y ¿Crees que ese cambio ha sido para mal?

-Los primeros meses los dos parecían sacados de un cuento de hadas, pero luego de que Kelly entrara al conservatorio de música... Todo ha sido diferente en Edmund, ¿¡Como no te das cuenta de eso!?

-Pues, sí... lo he notado-dijo Peter-Pero... ¡Vamos! Solo es un chico enamorado.

-Él era un chico alegre y tranquilo, y ahora lo único que veo es un chico que vagabundea por los pasillos con una mirada melancólica, como si siempre estuviera apenado por algo ¿Es que para ti esos son síntomas de estar enamorado?

-Susan, tal vez este madurando. Tú también cambiaste.

-¡Él cambio para mal, Peter!

-Pues, preguntale que sucede con él. De seguro te dirá que solo son ideas tuyas.

-¿No te das cuenta? La culpa es de Kelly.

-¿Por que ella tendría que tener la culpa en todo esto?

-Ella es quien mas influencia a Ed este ultimo tiempo, ¡Mucho mas que su propia familia!

-Susan, estas exagerando.

-Estoy segura de que si ellos nunca hubieran estado juntos, Edmund seguiría siendo el mismo chico de antes.

-Kelly es una buena chica y creo que todas esas cosas que dices, son ideas tuyas.

-¡Quien me manda a hablar contigo!

Susan se retiro molesta y se fue a su habitación a cepillar su cabello.

Peter decidió no darle tanta importancia a lo acontecido con su hermana y continuo leyendo su periódico.


Tom invito a un café a Kelly una vez que terminaron sus clases en el conservatorio.

-¡El día fue agotador!-exclamo Tom.

-Yo creo que cada día es mas agotador que el anterior-dijo ella-Ya no se que hacer, Tom. Cada día me siento mas débil.

-Oh, pero ¿Por que sientes eso?

-No lo sé, Tom. No he tenido ánimos de nada. Desde que entre al conservatorio siento que no he tenido tiempo para nada. Lo único que he tenido ha sido cansancio.

-Será que... ¿Te arrepientes de haber entrado?

-No, no lo estoy. Era lo que mas anhelaba... pero no creí que sería tan duro para mí.

-Pues, luces muy pálida y mas delgada desde que te conocí.

-No se que me esta pasando.

Tom sacó algunos papeles de su bolso y se los mostró a la chica.

Era una melodía escrita en tablatura de piano.

-¿Hiciste la tarea? Tom, te dije que la haría yo.

-He notado lo frágil que has estado estos días y decidí hacerla por ti.

-¡Que atento eres, Tom! Pero no era necesario...

-Solo la sacas en piano y listo. Se que te agradara... me inspire en ti para hacer la melodía.

Las apagadas mejillas de Kelly enrojecieron y solo atino a decir:

-Gracias, Tom. Prometo devolverte el favor algún día.

Kelly bebió su café rápidamente, tomo su bolso y se despidió de su amigo.

Al salir del local, tuvo una corazonada y se dejo guiar por eso.

Iba a paso lento, dirigiendose camino a su antigua escuela, que nostalgia sintió en su interior.

Se detuvo a la puerta de esta, y miro con delicadeza al interior por medio de una ventana sin cerrar.

Algunas niñas se veían correr por los pasillos, tras el llamado de atención de los profesores.


Al alejarse de esto y echar su cuerpo hacia atrás, choco con el cuerpo de otra persona.

Al voltear se dio cuenta de que era Adela.

-Hola Kelly.

-Hola Adela...

El aire se sentía tenso al rededor de ellas.

-Acerca de lo que paso el otro día.. te quería pedir disculpas si es que te hice sentir mal-dijo Adela.

-No te tienes porque disculpar, yo actúe como una egoísta e inconsciente. Yo debería disculparme contigo.

-Entiendo perfectamente tu postura, Kelly... Enterarte de que en cualquier momento Edmund se irá... y yo, como tu amiga, también... debe ser muy doloroso.

-La verdad, si que lo es. Pero si es lo que tú quieres y lo que a ti te hará feliz, estaré contigo siempre. Me guste o no.

Adela abrazo a su amiga con todas sus fuerzas.

-Por favor, Adela-dijo la chica conteniendose sus lagrimas-Prometeme que te cuidaras, que nada malo te pasara... No soportaría la idea de que tú... ya sabes.

-No puedo prometer nada, Kelly... pero si te prometo que haré mi mejor intento.

Después de una larga charla de esperanza y miedo, Adela pregunto:

-Dime, ¿Que andabas haciendo por aquí?

-Algo me dijo que viniera acá... ¿Y tú?

-Vine hasta acá solo por nostalgia.

-Ven acompañame...

Kelly tomó el brazo de su amiga, y la llevo hasta la plazeta. Donde se encontraba la flor...

-¿Esa no es la flor que te regalo Edmund?

-Sí, lo es... hace mucho tiempo que no venía a visitarla.

-¿Por que no te la llevas a casa?

-¿Como?

Adela tomo un masetero vacío que encontró a un lado, lo lleno con un poco de tierra y saco la flor de raíz.

-Realmente no se que hacen para que esta flor se mantenga viva-dijo Adela

Kelly río silenciosamente... ella sabía perfectamente porque.

Cap. 17

Kelly llego a su casa, muy exhausta del conservatorio.

"No sabía que la música te podía dejar sin ganas de nada"-pensó en sus adentros.

-Oh, Kelly preciosa, que bueno que hayas llegado-dijo su madre al verla-¿Vendrás a cenar?

-Lo siento, mamá.-dijo la joven-No tengo hambre y la verdad solo quiero ir a dormir.

-Esta bien, te entiendo.-dijo su mamá, acercandose a la mesa a recoger un papel-Pero antes de que subas a tu habitación, te llego esta carta...

-Una carta ¿Para mí?

Kelly tomó la carta y se fue directo a su habitación para leerla. Era de Angie.


"Querida, Kelly:


Ojalá aún me recuerdes, así como siempre te recuerdo a ti con mucho cariño. Te escribo esta carta, para contarte lo que ha pasado conmigo durante estos años que han pasado. Pues, yo he estado muy bien, creo que me estoy convirtiendo en una buena enfermera y he ayudado a muchos uniformados heridos a causa de la guerra. Además, hace casi un año, conocí un joven increíble, y ahora ¡estoy comprometida con él! Prometo que te enviare una invitación para mi matrimonio apenas tenga una fecha definitiva y ojalá puedes asistir.

Pero ya he escrito mucho acerca de mí, a mí me gustaría saber como estas tú. Espero que te este yendo de maravilla en el conservatorio de música y estés componiendo tus propias melodías en el piano. Y también espero que todo vaya bien con Edmund... ¡Ojalá pronto también se casen! Enviale saludos de mi parte, también a tu familia y al resto de los amigos que dejé ahí. Quizá vaya a Londres, aunque nada confirmado. Pero prometo ir allá.

Con mucho cariño, tu amiga de siempre, Angie."


Kelly se puso muy feliz al leerla, pero nada le quito el cansancio del cuerpo.

Se recostó en su cama, dejó la carta junto a la foto en que aparece Edmund y ella, y cerro sus ojos.

Cuando lograba encontrar el sueño, alguien toca su puerta.

"Adelante"-murmuró Kelly.

Alguien entró, se trataba de Edmund.

-Hola Kelly-dijo él.

-Hola, Ed.

-¿Estas enferma?

-No, no lo estoy... pero si estoy muy cansada.

Edmund tomo asiento a un costado de la cama y acaricio la espalda de la chica.

-¿Como estas tú?-pregunto ella.

-Bien... pues, venía a invitarte a una cena familiar ahora.

-Oh, lo siento... pero es que estoy tan cansada. Estuve en el conservatorio casi todo el día...

-No te preocupes, lo entiendo.

Edmund acerco a la cara de la chica, beso dulcemente su mejilla y la cubrió con una manta.

-Que duermas bien, amor.