Cap. 16

Kelly y Adela se encontraban en la cafetería... conversando acerca de sus problemas.

-¡No se que hacer, Ade!-exclamo Kelly, antes de darle un sorbo a su café- Edmund se puede ir en cualquier momento... y yo no puedo hacer nada.

-Las cosas pasan para mejor-calmó Adela-Al menos eso dicen...

-Pero, ¿que pasa si él muere? ¿que pasa si vuelve con otra mentalidad? ¿que pasa si él cambia? ¿que pasa si él me olvida?

-Deja de torturarte con esas preguntas, ¿que pasa si no pasa nada de lo que te preguntas?

-Pues, sería todo tan perfecto...

-Se optimista, piensa positivo.

-Él dijo que anhelaba entrar a la fuerzas armadas junto a su hermano y su padre...

-¿Ves? ¡Él quiere eso! Solo dejálo ir, y veras como él volverá.

Adela tomaba de su café muy tranquilamente.

-¿No crees... que piensas extremadamente positivo?

Adela termino su café y dijo:

-Kelly, creo que es el momento adecuado para decirte esto.

-¿Decirme que?

-Me postulare para la fuerza aérea femenina.

La expresión de susto de Kelly cambio radicalmente a uno de pánico.

-¿Que? ¿Que estas diciendo?

-Primero tengo que quedar seleccionada entre otra trescientas mujeres para pilotear...

-¿¡Es que todos quieren dejarme sola!?-exclamo la joven con rabia, levantandose rápidamente de su asiento y corriendo a la salida del local. El café en su taza quedo hasta la mitad.

-Oh, Kelly...

Su amiga corrió tras ella, Adela tomo su brazo y pudo detenerla.

-Kelly, se que no toleras mi idea, pero yo realmente quiero hacerlo. Por eso entiendo tanto a Edmund.

-Tú lo haz dicho, no la tolero.

Con pena y rabia, Kelly siguió corriendo hasta perder de vista a su amiga.

"Tal vez cuando quite toda esa rabia de su cuerpo y su mente, pueda entenderme"-se dijo Adela.

Adela la entendía perfectamente, sabía que sucedería esto al contarle, que bien se lo tenía guardado desde hace varios meses atrás.


Kelly mientras tanto, se creía perdida en medio de Londres. Caminaba por calles que jamás en su vida había pisado antes. La gente caminaba de un lado al otro y no se detenían

"¿Donde estoy?"-se preguntaba una y otra vez.

Se sintió algo mareada y tomó asiento en un banquillo. A los minutos después escucho a alguien decir: "Kelly, ¿que haces por aquí?"

Cayo desmayada a los brazos de alguien.


La joven abrió sus ojos y se encontró recostada sobre una cama y en un casa que no era la de ella.

A su lado se encontraba Tom. .

-Sabía que solo había sido un desmayo-dijo Tom con una dulce sonrisa-Que bueno que ya hayas despertado.

-¿Yo... me desmaye?-pregunto la joven, confundida.

-Sí, estabas sola sentada en un banquillo, apenas te hable caíste desmayada a mis brazos.

-¡Oh, pero que me pasa!

-Tal vez has comido o poco... tus defensas están bajas o hay algo que te ha tenido preocupada.

-Pues... hay algo que me ha tenido muy, muy preocupada. Mi novio, en cualquier momento, será parte del frente militar... y mi mejor amiga decidió enlistarse para ser parte de la fuerza aérea femenina.

-Vaya... debes estar muy preocupada por ellos.

-Oh, si que lo estoy. No quiero que les pase nada malo, pero... no se que hacer, además me sentiré tan sola sin ellos dos a mi lado.

-No te sentirás sola... Tienes a tu familia... y a mí, que soy tu amigo.

La chica sonrío de oreja a oreja al oirlo decir eso, pero al ver la hora se espanto y de un brinco salió de la cama.

-Debo irme a casa, mi familia ya debe estar preocupada.


Edmund miraba a través de su ventana y a la vez la acariciaba con delicadeza, con un mirada muy nostálgica. Su hermana mayor noto eso al pasar por ahí en busca de una revista y le dijo, suponiendo de lo que se trataba:

-Al menos siempre quisiste servir a tu patria ¿No es así? No deberías tener esa cara, Ed.

-Lo sé, hermana-dijo él-Pero es que no lo puedo evitar.

-Estarás junto a papá y Peter, no tienes nada que temer...

-Temo por ti, por Lucy, por mi madre... y por Kelly.

-Ed, nosotras estaremos bien. Y por Kelly, solo tendrá que asumirlo, en cualquier momento iba a pasar.

El joven se acerco a su hermana, y con un tono muy triste, le pregunta:

-Susan, ¿Crees tú... que Kelly... se pueda olvidar de mí... en el transcurso que yo no este?

-Sí ella te ama de verdad, no tendría porque hacerlo.

-¿Y si lo hace?

-No te quiso de verdad entonces.

Edmund acomodo su cabeza sobre el hombro de su hermana y la abrazo, ella solo atino a acariciar su cabello.

-No quiero perderla, Susan. La amo de verdad, quiero estar junto a ella, quiero pasar el resto de mi vida junto a Kelly, estoy demasiado enamorado de ella, pero... quien sabe si mi futuro pueda ser junto a ella.

-Solo Dios sabe, Ed. Y también el porque pasan las cosas.

Cap. 15

Edmund cumplía diecinueve años. Y Kelly se lamentaba por no estar junto a él, para darle un obsequio, un abrazo y un beso.

Ella se encontraba en el conservatorio de música, junto a muchos jóvenes como ella, queriendo aprender cada día mas de sus instrumentos.

Kelly adoraba ir cada día, pero el día en que su novio estaba de cumpleaños, ella solo quería arrancar de ahí.

-Kelly, estas en la luna y necesito que vuelvas a la Tierra para poder terminar nuestra composición -le dijo su compañero y mejor amigo en el conservatorio.

-Lo siento, John-se excuso ella-Pero no puedo dejar de pensar en mi novio.

-Queda muy poco para salir de aquí, solo ten un poco de paciencia...

-Las horas se me han echo eternas en este día, John.

-Te entiendo, pero... si no terminamos nuestra composición ahora, nos dejaran encerrados aquí de por vida.

-Tienes razón.

Ambos tenían en conjunto una tarea: crear una composición en piano.

Los dos eran unos de los mejores en su clase, pero hoy, Kelly estaba algo desconectada de la música.

Apenas termino la clase, Kelly arranco del conservatorio, casi sin despedirse de su amigo, tomó su bicicleta y la echo a andar a toda velocidad.

Desde el día que ella, apenas una joven de dieciséis años, le confeso a Edmund lo que sentía por él, se hicieron novios. Hasta el día de hoy siguen juntos.

Kelly al llegar a la casa de los Pevensie, dejó su bicicleta a un lado y seco el sudor de su frente.

Toco la puerta y quien la recibió fue Susan, algo molesta:

-Creí que ya no llegarías.

-Tenía que llegar de todos modos-respondío Kelly defendiendose-Edmund es mi novio, ¿Lo olvidas?

-Sí, siempre lo olvido.

Susan y Kelly ingresaron a la casa, Edmund apenas vio a su novia corrió a darle un gran abrazo.

-Ed, perdón por mi atraso. No te imaginas las ansias que tenía de llegar pronto-explico ella-Feliz cumpleaños, amor.

-Oh, no importa, Kel-dijo Edmund, con una adorable sonrisa-Lo importante es que ya estas aquí.

En la casa estaban varios familiares de Edmund, y también, sus amigos, disfrutando cada uno de un trozo de torta.

-Oh, amigos ¡Tiempo sin verlos!-exclamo Kelly al ver a Ryan, Adela, Katie y Edith.

Los últimos años, todos tenían otros asuntos que atender, por lo cual ya no se veían muy seguido. Ya eran casi unos adultos, preocupados de sus propios asuntos.

Adela le dio un gran abrazo a su amiga.

-Kelly, que bien que todo vaya de viento en popa tu relación con Ed.

-¿Ven que ni siquiera una guerra nos puede separar?-dijo Ryan.

Se la pasaron muy bien, bailaron y comieron mucho, pero a pesar de todo, Kelly noto que Edmund andaba diferente de otra veces.

Apenas él se dirigió a su habitación, ella lo siguió y cerro la puerta por dentro.

-Oh, Kelly-río Edmund-¿Que sucede?

-Necesitamos hablar.

-¿Ahora?

-Sí...

Edmund se sentó en la cama, y ella a su lado.

-Te conozco perfectamente, se que te sucede algo.

-No es nada, Kel.

-Ed, soy tu novia... puedes confiar en mí.

Él, algo nervioso, dió un suspiro.

-Kelly, lo que te diré no te gustara para nada-anticipo Ed-Hoy en la mañana, a mí y a Peter nos llego una carta, que la que informaba que debíamos enlistarnos en las fuerzas armadas de Inglaterra prontamente.

Ella, entro en pánico, pero no quiso demostrarlo. No quiso asustar mas a Ed.

-Bueno, tarde o temprano debíamos enfrentar esta noticia...

-¿No te preocupa?

-¡Como no me va a preocupar! ¡Claro que no quiero que vayas!

-Yo si quiero ir, para compartir con mi padre y mi hermano, pero... me preocupa dejarte y dejar a mi madre y mis hermanas.

Kelly se acurruco en el hombro de su novio, y él acaricio su cabello.

-No te preocupes... Apenas pueda liberarme de esa guerra, nos casaremos y con el dinero que obtenga, podremos irnos del país y comprar una casa para vivir tranquilamente los dos.

Ella trataba de disimular su pena, su miedo y temor, diciendole:

-Todo estará bien, Ed. Nosotros también lo estaremos.

Hola !


Y que ni se les ocurra pensar que con el capítulo 14 finalice mi fic.
Sí, tal vez finalice una etapa de la historia... pero no la historia completa.
Recién estoy preparando la etapa que viene, así que me demorare algunos días. Pero de que la subiré, lo haré! No se preocupen :)
Quiero agradecer a la gente que lee y también comenta, aquí y en potterfics.com.
Si quieres presentar una idea, comentario, critica o lo que sea, solo comenta (pueden comentar la gente con o sin blog).

Saludos, tania!

Cap. 14

Edmund la alcanzo a ver cuando ella ya se iba perdiendo en la esquina.

De inmediato buscaba una bicicleta para seguirla... todas tenían dueño.

-¿Buscas una de estas?

Angie apareció repentinamente con una bicicleta en sus manos.

-Angie... ¿Que es lo que esta pasando?

-Edmund, ¿Tú querías saber que era lo que yo siento por ti? Pues, me gustas mucho... pero, no sacas nada entablando una relación conmigo. Tú destino esta con ella, ¡Ve y siguela!

La chica le entrego el manubrio de la bicicleta a Edmund.

-Pero, Angie...

-¡Apresurate!

Edmund abrazo a su amiga rápidamente y monto la bicicleta. La echo a correr rápidamente y cuando ya iba a doblar la esquina, él le grita: "¡Gracias, Angie!".

-Creo que eres la persona mas buena que he visto en mi vida-le dijo Peter a Angie apareciendose por sorpresa, al ver lo que paso con Angie.

Edmund lo suponía, Kelly iba en dirección a la playa.


Ella, una vez que llego, dejo caer su bicicleta y ella se sentó en la arena, pedaleo muy rápido por lo que se canso un montón.

Edmund, al minuto después llega y de inmediato vio a su amiga, sentada mirando el mar, al lado de la bicicleta.

Él, desato su corbata y quito sus zapatos, se acerco a Kelly y se sentó a su lado.

-¿Sabes, Ed?-dijo ella sin quitar su mirada del mar-Cuando éramos mas jóvenes, una vez me empezaste a molestar y decir que a mi me gustaba Tom, otro amigo que tenía en ese tiempo porque pasábamos mucho tiempo juntos. Pero yo, para poder defenderme, te prometí que jamás me fijaría en alguien tan fastidioso como tú. Ahora, tú ganas, Edmund. Es la segunda promesa que rompí.

Edmund quito su chaqueta y la coloco en la espalda de Kelly, al ver que ella ya comenzaba a congelarse del frío.

-Yo fui un idiota al no haberme dado cuenta antes, Kelly-dijo él.

-Oh, no lo eres para nada. Yo lo soy al haberte tratado tan mal y también golpeado... Perdoname ¿Sí?

-Perdoname tú también.

Kelly al fin fue capaz de mirar a Edmund directamente a los ojos, él le regalo una sonrisa para hacerla sentir segura, pero al fin de cuentas ella se sintió mas nerviosa, pero sin miedo...

-¿Por que no me lo dices directamente?-pregunto Edmund.

-¿Decirte que?

-Ya sabes...

Hubo una pequeña pausa, pero Kelly solo comenzó a reír coquetamente.

-No se que quieres decirme, Ed.

-Lo puedes leer en mis ojos...

Sus ojos brillaban tanto gracias a la luz de la luna que ella misma podía verse reflejada.

Edmund tomo la mano de la chica y la llevo hasta su pecho.

-Y también lo puedes sentir...

Los ojos de Kelly se iluminaron al sentir los latidos de Edmund y su sonrisa.

Se quito todo nervio de encima y dijo:

-Te amo.

Edmund lentamente se acerco a Kelly, hasta encontrar sus labios y la besó. Fue un beso delicado, lento, dulce y bonito.

Ambos se miraron a los ojos y se abrazaron sin decirse nada.

-Estas muy callada, Kelly...

-Espere con ansias este momento y ahora no se que decir.

-¿Sabes? Te ves hermosa con ese vestido y la manera en que tu pelo se mueve al viento me fascina.

-Edmund, me haces enrojecer.

-Ya es de noche, no se nota.

-Pues, entonces continuo yo... Me encanta tus piel blanca y suave, tu cabello oscuro, ¡Me encanta cuando tomas mi mano sorpresivamente!, me encanta abrazarte y lo que mas me gusta de ti, es cuando sonríes.

Edmund tomo la mano de la chica y la besó. Luego, echo su mano al bolsillo y saco el collar de corazón.

-¡Oh, mi collar!

-Un día, una hermosa chica, convertida en un ogro, lo quito de su cuello y me lo lanzo.

-Oh, lo siento, Ed. ¿Me lo devuelves?

-Lo pensare

-¡Que!

-No será tan sencillo...

Ella se acero a la boca de Edmund y le dio un pequeño beso.

-Te prometo no volver a cometer el mismo error.

-Te amo...

-Es la primera vez que me lo dices.

-La primera vez de las miles que te lo diré en la vida.


Cap. 13

-A pesar de todo, fue muy bonito conocer Londres.

Kelly y Angie estaban en un Café. Como prometieron ser amigas estos últimos días que Angie estuviera en Inglaterra.

-Angie-dijo su nueva amiga algo nerviosa y con la mirada perdida-Si no te quieres ir, no lo hagas...

Angie sonrío dulcemente y le dijo:

-Kelly, no te preocupes por mí. Todo estará bien, te lo prometo... como tu nueva amiga que soy.

-Pero, ¿No crees que es sacrificado?

-Lo es. Pero si el destino me ofreció trabajo en Estados Unidos, mi hogar, será mejor que sea individualista y vea primero mi futuro.

-Me siento tan mal por ti, creo que estoy siendo muy mezquina.

-¡Claro que no, Kelly! Ademas, Edmund debe estar tan triste por la pelea que tuvieron ambos, que ni siquiera me ha ido a visitar a mi casa.

-Estoy tan triste por lo que paso con él...

-Mañana es la fiesta de primavera, ahí podrás volver a verlo...

-Ira a ese baile contigo.

-Lo sé, pero... no te preocupes por eso.

-¿Estas segura de todo esto?

-Kelly, algo me dice en mi interior que mi futuro no es aquí. Se que todo se me recompensara en Estados Unidos.

Ambas se abrazaron.

-La fiesta es mañana... y yo ni siquiera tengo un vestido.

-Tengo uno que te encantara, lo sé.


Y llego el gran día...

Angie le presto un hermoso vestido a Kelly, para que lo usara en la fiesta. Todos los chicos de la escuela se vestían con elegantes atuendos para poder deslumbrar.

Edmund, por su parte, usaba un lujoso terno. Susan arreglaba su corbata.

-Edmund, ¿Puedes poner cara de emoción? Por favor-pidio Susan, algo molesta.

Él sonrío irónicamente, lo que causo la risa de Lucy y Peter, que estaban al rededor.

-Estoy algo atrasado, Susan. Tengo que ir a buscar a Angie.

-Ya, ya termine. Ve rápido, nosotros llegaremos mas tarde.

Él, a paso rápido, fue en busca de Angie. Ella lucía muy bien su vestido.

-No te veía hace días, Ed-dijo ella.-Ya casi creía que no ibas a venir ahora.

-Lo siento, no había podido venir y demore porque Susan reviso cada detalle de mi atuendo.

-Te entiendo. ¡Luces como todo un hombre, Ed!

-Gracias, Angie. Tú te ves muy bien.

Ambos iban algo silenciosos a la fiesta. En sus mentes había un conjunto de confusiones.


-Kelly, ¿Ya estas lista?

Adela, Katie y Edith esperaban afuera de la habitación a Kelly, quien se demoraba bastante en vestirse.

-¡Ya salgo!-exclamo Kelly.

Abrió la puerta y quien salió parecía que no fuese ella, sino una mujer... o tal vez, una princesa.

Su vestido era muy elegante, rosado y femenino.

-Kelly, te ves divina-dijeron las tres amigas.

-Gracias, amigas.

-¿Donde lo compraste?

-Es mi secreto mejor guardado.

Las cuatro chicas fueron en un auto hasta el lugar de la fiesta.

Había una hermosa decoración, mesas muy elegantes, gente fina y música en vivo.

-¡Oh, esto es tan precioso!-exclamo Adela.

Se encontraron con muchas compañeras de su escuela y amigos de la escuela de al frente de varones. Todos lucían tan radiantes.

Kelly fue en busca de algo para refrescarse, pero lo que alcanzo a ver de donde estaba fue Edmund y Angie sentados frente a una mesa. No se veían conversando, mas bien, se veían muy incomodos.

Ella, al ver a Edmund, se puso algo nerviosa y lo primero que pensó fue "Que lindo se ve".

Mejor dejó de espiar y volvió con su grupo de amigas.


-¿No era que tenías una pareja para venir?-le pregunto Adela a Ryan.

-Pues, si-mintio Ryan para tratar de impresionar-Pero ella... esta en el baño.

-¿Ah, sí? y dime, ¿Cual es su nombre?

-Pues... Molly.

-¡Que extraño! Nunca conocí una chica con ese nombre en nuestra escuela.

-Si, que extraño, ¿No?

Hubo una pequeña pausa entre los dos.

-Y... ¿Que tal si bailamos por mientras?

-¿No se molestara tu chica?

-No, claro que no.

-Bueno, esta bien...

Ambos salieron a la pista de baile junto con mas de sus compañeros.

-¡Ven, Kelly!-la llamo Katie.

-¡Faltas tú!-apoyo Edith.

Ambas la invitaban a la pista de baile.

-En un momento, esperen-dijo Kelly, que tomaba un poco de refresco.

Ella, desde su lugar, reía al ver lo divertidas que se veían sus amigas bailando.

-¿No le has hablado?-pregunto una voz detrás de Kelly.

Se trataba de Peter.

-No, no le he hablado.


-¿Quieres algo para beber?-pregunto Edmund a su Angie, para tratar de acabar con el silencio incomodo de ambos.

-No tengo sed, gracias-dijo ella.

Una larga pausa luego vino después de eso.

Edmund, veía a todos sus amigos y amigas divertirse en la pista de baile, y se sentía hundido en un rincón al no estar haciendo nada al lado de Angie.

-Pareces aburrida-dijo Edmund.

-No, estoy bien-dijo ella.

-¿Sucede algo?

-No, no pasa nada.


-¿Que esperas para hablarle?-dijo Peter-Es el momento.

-Esta con Angie.

-Mira la cara de aburridos que tienen ambos.

-Estoy demasiado nerviosa como para hablarle y pedirle disculpas.

En ese momento, las miradas de Kelly y Edmund se encontraron.


-Creo que deberías hablarle-dijo Angie al notar que Edmund miraba a la chica.

-¿Que dices?

-Pienso que deberías hacer las pases con Kelly.

-Estoy seguro de que ella no quiere que le hable.

-Pues, entonces, hace algo que tú si quieres hacer. Hablarle.

Hubo una pequeña pausa, hasta que Edmund, bastante seguro le pregunto a Angie:

-Angie, ¿Que es lo que tú sientes por mí?

Ella, sin saber que hacer o que decir, solo se levanto de la silla en silencio y corrió al baño.


-Kelly, él sabe lo que tú sientes ¡Es el momento!

-¿Se lo dijiste?

-No, pero lo hice entrar en razón.

-Gracias, Peter, pero hiciste que ahora me pusiera mas nerviosa y colorada de lo normal.


Edmund, decidido, se levanto de su asiento y comenzó a caminar hacia Kelly.

"¿Que hago?"-decía la mente de la chica una y otra vez.

Pero ella, con una pizca de cobardía y pánico, corrió entre la multitud hasta encontrar la salida.

Edmund se sorprendió de su actitud, pero Peter le dijo que la siguiera antes de que se perdiera.


Kelly, una vez afuera, se dio cuenta que ya estaba comenzando a oscurecer.

Tomo una bicicleta cualquiera y se marcho en ella...

"Que cobarde soy"-pensaba Kelly, mientras unas lagrimas iban cayendo en el aire.


Cap. 12

Kelly, a pesar de todo, seguía visitando su querida flor narniana.

"¿No tendrás poderes o algo así? Se supone que eres de ese tal país llamado Narnia..."-pensó Kelly, como hablandole a su flor.

-Hola Kelly-dijo una voz femenina que venía detrás de ella.

Ella, volteo rápidamente y se llevo una sorpresa. Quien la saludaba era Angie.

-¡Angie! ¿Que haces aquí?

-Paseaba.

-Ya veo...

-Kelly, necesito hablar contigo un asunto muy importante.

-Dime-los latidos de Kelly aumentaron.

-El otro día... te vi junto al hermano mayor de Edmund, en la cafetería... Me fue inevitable no oír la conversación que tuvieron...

-¡Oye, eres muy intrusa! ¡Muy descortés!

-Kelly, escuchame primero-insistio Angie-Lo que yo vengo a decirte es... disculpame.

-¿Disculparte? ¿De que?

-De haberme metido en tu camino y haberte alejado de Edmund.

Kelly no supo que decir.

-Tú realmente lo quieres y yo lo único que hice... fue arruinarte los planes junto a él. Edmund te quiere mucho y...

-Oh, no. Él te quiere a ti, Angie-interrumpio Kelly-Yo no puedo hacer nada contra eso. No es tu culpa haber aparecido en el camino de Edmund.

-Lo remediare, Kelly-dijo Angie-Tal vez, a mí me gusta un poco Edmund, pero yo se que tú lo quieres de verdad.

-Pero, ¿Como lo remediaras? Él no te olvidara de un día para otro...

-Yo si de él... Volveré a Estados Unidos.

-¿¡Que!?

-Allá me ofrecieron una oportunidad para poder ser enfermera. En un principio, no quería tomarlo. Quería quedarme con Edmund aquí... Pero por lo que te oí decir el otro día, lo pensé mejor, y será mejor que me aleje de la vida de ambos. Por el bien de ustedes.

-¿Por que eres tan buena persona?

Angie solo sonrío y dijo:

-Iré al baile junto a Edmund, será mi especie de despedida y luego me marchare.

Kelly se lanzo a abrazarla y echar a llorar en el hombro de la chica.

-Creo que tú deberías perdonarme a mí-le decía Kelly al oído-Yo fui una desgraciada contigo.

-Claro que no, Kelly-dijo Angie acariciando su cabello-Todo estará bien.

-Estos últimos días que quedan... ¿Quieres ser mi amiga?-dijo Kelly sonriendo.

-Claro que sí-dijo Angie.

Kelly estaba tan sorprendida por la actitud de Angie. ¿Como era posible que alguien dejara a una persona que quería, para dejarselo a la persona que ella creía correcto? Kelly se sintió muy agradecida de ella... pero se venía lo peor. Saber si Edmund también la quería a ella.

Edmund, los últimos días había estado muy triste por lo sucedido con Kelly. Solo se dedicaba a encerrarse en su pieza y leer libros. Ni siquiera tenía ganas de salir con Angie.

-¡Ed, a almorzar!-le dijo Lucy, asomandose en la habitación de su hermano.

-No tengo apetito, Lu-respondio Edmund sin quitarle atención al libro que leía-Almuerzen ustedes sin mí.

-Esta bien...-dijo Lucy, algo preocupada.

Fue corriendo donde el resto de sus hermanos, que ya se sentaban a la mesa para almorzar.

-¿Y Ed?-preguntó Susan, sirviendo la comida.

-Dice que no tiene apetito-respondio Lucy.

-Esta bien-sono molesta Susan-Estoy harta de su actitud, ¡Yo misma haré que venga a almorzar!

-No, Susan-la detuvo Peter-Solo dejalo un momento, que yo me encargare.

-¿Alguien me puede explicar que pasa con Edmund?-pregunto Susan-Ultimamente se encierra en su mundo, y mamá ya se esta empezando a preocupar por él, y ya es suficiente con que nuestra madre este preocupada de nuestro padre.

-Edmund solo esta triste porque Kelly y él ya no son amigos-explico Lucy.

-Con que de ella se trataba, era tan obvio-dijo Susan.

-Pobre Ed-dijo Lucy.

Peter se levanto de la mesa y de dirigió a la habitación de su hermano menor.

-Edmund, ¿Por que no vienes a almorzar con nosotros?

-Es que no tengo apetito.

Peter se sentó a su lado y le quito de las manos el libro que leía.

-¡Oye!-exclamo Edmund.

-Ed, necesito que me escuches un momento.

-¡Estoy bien!-reclamo Edmund-No es necesario darme charlas emocionales.

-Ni siquiera Narnia te quito lo testarudo que eres.

Edmund se quedo sin habla, y le dio la razón a su hermano.

-Esta bien, te oigo.

-Edmund, todos hemos notado que estos días has estado... diferente. Es normal, que nosotros como familia, estemos preocupados.

-Solo es que lo que paso con Kelly me dejo muy triste, nada mas-respondio Edmund.

Peter dio un respiro y dijo:

-¿En serio no te das cuenta de lo que ella siente por ti?

-¿En que sentido?

-Edmund, ella esta celosa ¿No te das cuenta de lo que eso significa?

-Ella estaba celosa porque la cambie por otra chica, lo que creyó que la reemplace por otra amiga.

-Piensalo bien, Ed-insistio su hermano-Estoy casi seguro de que ella te ha demostrado algo mas que amistad en algunas ocasiones.

Edmund hizo caso a lo que le dijo su hermano. Pensando y pensando... Al parecer tenía razón.

La vez que encontró a Kelly y Adela conversando acerca de su hermano, y Kelly le dijo a Ed que era guapo. Una vez que bailaban en la casa de ella, y Kelly se lanzo a abrazarlo. O cuando estallo de rabia cuando Ed le pregunto donde estaba Angie.

-Kelly esta celosa y enojada... Porque... Ella me ama.

-¿Tú también la quieres a ella?

-Peter, gracias por hacerme ver lo que realmente estaba pasando...


Cap. 11

Edmund entro corriendo a su casa, traía lagrimas en sus ojos que recorrían sus mejillas. Esto llamo la atención de Lucy, quien se encontraba leyendo un libro en el sofá.

-¿Edmund?

Él, sin responder ni mirarla, y con la cara tapada con sus manos, subió las escaleras sin decir nada y se encerró en su habitación.

Lucy lo siguió, golpeo la puerta de Edmund, pero él no quiso abrir.

-Edmund, ¿Que sucede?-pregunta Lucy preocupada por la actitud de su hermano-¿Estas bien?

-Estoy bien, Lu-respondio Ed con una voz tiritona-Solo dejame un momento solo.

-¿Por que estas llorando? ¿Puedo ayudarte?

-Lu, solo dejame. Por favor.

Lucy decidió ir a buscar ayuda a la habitación de su hermano Peter, quien leía el periódico recostado en su cama.

-Peter, algo malo sucede con Edmund-relató-Entro a la casa llorando sin decir nada, y ahora, no quiere dejarme entrar a la habitación.

Peter de inmediato se preocupo y de un salto salió de la cama. Si su padre no esta en casa, es el propio Peter quien toma la misión de serlo.

-Edmund-decía Peter tras la puerta-Abreme la puerta y tal vez pueda ayudarte ¡Todo tiene arreglo en la vida! Tu hermana y yo estamos muy preocupados... Ni tampoco queremos preocupar a mamá, ni a Susan cuando lleguen.

Peter tenía razón, así que Edmund trató de quitarse todas las lagrimas y abrió la puerta.

-Hermano-dijo Lucy-¿Que es lo que sucede?

-¿Que te sucedió en la mejilla?-pregunto Peter.

Edmund, sin responder nada, comenzó a buscar algo en su bolsillo y lo encontró.

A ambos les mostró el collar de corazón.

-¿No es el collar que le regalaste a Kelly para el día de su cumpleaños?-pregunto Peter.

-Así es-dijo Ed-Me lo devolvió.

-¿Por que?

-Se puso como un monstruo al decirle que invite a Angie a la fiesta de primavera... y no a ella, que se lo había prometido hace tanto tiempo. Fue un error mío, pero ahora ella... me odia.

Lucy abrazo a su hermano y le dijo:

-Ed, no te preocupes, ¡Ya se le pasara! Solo fue un error...

-Un error que me costara caro... Kelly es mi amiga de años, mi confidente y la que me guarda mis mayores secretos, ella es una persona unica... y ahora me detesta, al haberla cambiado por otra.

-Las cosas las pueden solucionar conversando-dijo Peter, para tranquilizarlo.


Días después...


Kelly, como buena coleccionista de vestidos, esta vez fue en busca de su vestido ideal para la fiesta de primavera. Quería olvidar lo acontecido con Edmund y se animo a ir a la dichosa fiesta junto a sus amigas.

Paso de tienda en tienda, pero nada era de su agrado. Pensó que tal vez en la tienda que atendía Susan, podría haber algo lindo. Pero al llegar allá no encontró ni a Susan, ni a su vestido.

Había otra persona, una señora con aspecto desagradable.

-Disculpe, ¿Donde esta Susan?

-¿Susan? ¿Quien es Susan?

-La chica que atendía aquí...

-Tal vez, dejo su puesto, no lo sé.

Kelly dejó la tienda sin decir nada y prefirió sentarse en un banquillo de la plaza.

Ella cerro sus ojos, para sentir el aire puro sobre su cara... y al abrirlos, en frente suyo estaba Peter.

-¿Peter?-dijo Kelly, sorprendida.

-Hola Kelly-dijo él, amablemente.

Se sentó al lado de Kelly, y le pregunto:

-¿Por que estas tan sola aquí?

-Solo vine por el vestido perfecto para la fiesta de primavera... el cual no puedo encontrar en ninguna parte. Estoy muy cansada...

-Te invito a un café.

Kelly, sorprendida, acepto la invitación de Peter.

Fueron a la cafetería mas cercana y tomaron asiento en una mesa.

Kelly miraba a su al rededor, solo habían militares despidiendose de sus respectivas esposas o solo novias. Se sentía la mas joven en ese lugar.

-¿Se puede saber a que se debe tu invitación?-Pregunto ella, rompiendo el silencio.

-Necesitaba hablar contigo de una manera tranquila...

-Pues, te escucho.

Peter dio un respiro y dijo, con autoridad:

-Si Edmund te gusta... solo tienes que decircelo.

El mesero dejo las dos tazas de café en la mesa.

Ella se quedo sin habla.

-¿C-como di...ces?-balbuceo ella.

Peter le dio una probada a su café y dijo:

-Edmund nunca entenderá lo que te sucede si no se lo dices con palabras.

-No me gusta Edmund-mintio Kelly, avergonzada.

-Prometo que todo lo que me digas aquí, aquí se quedara para siempre. No le diré nada a Edmund, por mas que sea mi hermano.

Kelly, a pesar de que Peter no sea un gran amigo y solo le parezca un chico atractivo, algo tuvo en ese momento que le hizo tener toda la confianza del mundo en él.

-Pues... Edmund me gusta hace casi un año o mas, ¡No preguntes como todo empezó! Tú debes entenderme, las personas crecen, maduran y ya sabes... Creo que caí enamorada en mi propio mejor amigo.

-Oh, claro que te entiendo. Continua, por favor.

-Bueno, todo iba bien entre nosotros hasta que... apareció Angie en nuestras vidas. ¡Ella no es una mala persona! Pero se quedo con lo que yo quería... y eso es Edmund.

Esta vez fue Peter quien se quedo sin palabras, al oír tal sinceridad de la chica.

Ella le dio al fin un sorbo a su café.

-¿No crees que esta misma confesión que me haces a mí, se la hicieras a Edmund?

-¡La cara se me caería de la verguenza! Ademas, ¿Que pasa si realmente él quiere a Angie? ¡Sería una tragedia!

-Pero es que Edmund es tan ingenuo que aun cree que lo miras como un amigo...

-No se que hacer, Peter.

-Creo que tendré que hablar con Edmund...

-¡Oh, no le digas nada de lo que te dije!

-Descuida, Kelly. Solo tratare de hacerlo entrar en razón... Solo facilitarte un poco las cosas y que él mismo se de cuenta.

-Y ¿Si no soy la correspondida?

-Dios sabe que puede pasar. Pero se dice que todo lo que sucede en esta vida es para mejor.

Decidieron hacer una pausa para poder saborear el café.

Una vez que Kelly lo terminó, se animo a preguntar:

-Peter... ¿Por que me estas ayudando? Si es que es eso lo que intentas hacer...

-Solo quiero que Ed y tú estén bien. Yo se que tú eres una buena persona.

Cap. 10

Un mes después...

Kelly se volvió muy cortante con Edmund, hasta habían veces en que lo ignoraba completamente. Lo cual Edmund se canso de eso y la dejó bastante de lado. Casi olvidandose por completo de ella. Lo que provoco que él y Angie se hicieran mas amigos que nunca.

Pasaban horas y horas juntos, haciendo origamis, competencias en bicicleta y divirtiendose en la playa. Angie se sentía atraida por su amigo, pero Ed por ella... ¡Se encontraba muy confundido!

Kelly decidió hacerle la ley del hielo para poder olvidarlo, se tomo muy a pecho su exigencia de sacar a Edmund de su corazón.

Pero, se encontraba sufriendo un montón, ¡extrañaba tanto a Edmund!.

Se dejo caer sobre su cama y solo acariciaba el collar de corazón que le regalo para su cumpleaños.

Una lagrima caía de su rostro, pero la limpio rápidamente ya que alguien había entrado a su habitación.

-Hola Kelly...

Era Adela, quien la venía a visitar seguidamente para animarla.

-Hola Adela.

-¿Estabas llorando?

Kelly no respondió a eso.

-Amiga, no pienses mas en él, ¡Te destruyes cada día con eso!

-No lo puedo evitar, Ade.

-Tranquila, Kel. Ya se viene la fiesta de primavera, ¡De seguro te invitara!

-Invitara a Angie.

-Es imposible, el prometio hace años llevarte a esa fiesta.

-Quizá lo olvido.

-Pero te puede llevar otro chico...

-No quiero ir con otro chico.

-Entonces, ¡Vamos las dos juntas! Yo tampoco tengo pareja...

En ese momento, entran Katie y Edith a la habitación, algo asustadas.

-¿Estaban espiando tras la puerta?

-Lo siento, Kelly ¡Fue inevitable!-dijo Edith

-¿Que tanto escucharon?

-Lo suficiente para saber que te gusta Edmund.

-Oh, Dios...

-¡No te preocupes! ¡No se lo diremos a nadie! ¡Puedes confiar en nosotras!

-¿Por que estaban espiando?

-También veníamos a animarte un rato por lo decaída que haz estado estos días, y cuando iba a tocar la puerta... oímos lo que ustedes hablaban.-explico Katie.

-Lo sentimos mucho-dijo Edith.

-También siento mucho si alguna vez apoyamos una futura relación entre Angie y Ed, ¡No sabíamos que te gustaba!

-Todo esta bien, amigas. No hay para que juzgar. Angie es una excelente chica, preciosa y amable ¿Por que no podría gustarle a Edmund?

-Te entiendo, Kelly. A pesar de que te agrade Angie, te debe romper el corazón verlos juntos todo el día y desearías estar en su posición.

-Así es...

-Kelly ¡Que importa esa estúpida fiesta! ¡Vamos las cuatro juntas!

-Cuando las chicas van sin pareja, captan mas la atención.

-Sinceramente, no se que haría sin ustedes-dijo Kelly abrazandolas.


Por mientras, Edmund y Angie, se encontraban en la playa, tras una larga bicletada por el pueblo.

-¡Estoy muy cansada!-dijo Angie, dejandose caer sobre la arena.

-Yo igual...

-Es un bonito atardecer... Independiente de esas horribles avionetas de guerra que revolotean en el aire.

-¿Tu tía ya se encuentra mejor?

-Al parecer sí... Y ¿haz sabido algo de tu padre?

-Hizo llegar una carta hace unos días, se encuentra bien.

-Lo importante, es que aun sigue con vida. Eso es bueno y hay que dar gracias a Dios.

Ed se acostó en la arena.

-Que increíble... queda muy poco para salir de la escuela.

-Y luego ¿Que? Casarse y tener hijos... y tratar de huir de este país... a uno seguro.

-No te adelantes tanto... Aún queda el baile de primavera.

-¡Dichoso baile! Ryan se la pasa hablando de eso, ya que no sabe a que chica invitar. Pero, y tú... ¿A quien invitaras?

-No lo sé... Se supone que los chicos invitan a las chicas... y a mí no me ha invitado nadie hasta el momento.

-Yo no he invitado a nadie aun...

-Y ¿Que esperas para hacerlo?

-Cinco segundos...

Ed dio un respiro y se animo a decir:

-¿Quieres ir al baile... conmigo?

Ella sonrió de oreja a oreja y dijo:

-¡Oh, me sorprendes! ¡Claro que quiero ir contigo!

Ella se lanzó a abrazarlo y agradecerle por la invitación, pero de repente llega Peter.

-Peter ¿Que andas haciendo por aquí?

-Buscandote. Nos tenemos que ir a casa.

-¿Por qué?

-Porque Mamá me lo pidió, se dice que bombardearan este sector.

-Oh, es mejor que nos vayamos ambos-dijo Angie.


Un par de días después, cuando ya se "normalizo" un poco la situación en la ciudad. Edmund se animo a visitar a Kelly.

La lanzo una piedra a la ventana, como lo solía hacer, y ella se asomo un par de segundos.

Edmund le sonrió pero ella no hizo ningún gesto.

Abrió la puerta algo desganada.

-Hola Kelly, ¿Puedo pasar?

-Claro.

Ella lo invito a sentarse al sofá.

La casa solo estaba acompañada de Kelly y de la música en su radio.

-¿Estas sola?

-Si.

Kelly se sentó a su lado.

-¿A que vienes?

-Tengo que contarte algo...

Kelly se imagino que la invitaría al baile, lo cual su corazón se lleno de emoción y sus ojos brillaron.

-Pues, ¡Dime!

-Invite a Angie al baile de primavera, ¿Puedes creerlo? ¡Ella se puso muy feliz, hubieras visto su cara de alegría! En un principio, me dio algo de vergüenza, pero luego...

Toda la ilusión de ella, se fue a la borda. Edmund, al ver que su amiga cambio radicalmente su rostro, le dijo:

-¿Que sucede, Kelly? Creí que te pondrías feliz con una noticia así.

-¿Como quieres que me ponga feliz? ¡Olvidaste lo que me prometiste!

-¿Prometí que?

-Me prometiste que al baile de Primavera iríamos juntos.

Ed lo recordó instantáneamente.

Solo llevo sus manos a la cara y exclamo:

-¡Oh, Dios! ¡Lo olvide por completo!

Kelly, disgustada y conteniendo sus lagrimas, se levanto del sofá.

Ed también se levanto y trato de abrazarla, pero ella no se dejo.

-Lo siento, Kelly. Soy un idiota al no haberlo recordado...

-¡Claro que eres un idiota, el idiota mas grande que he conocido!-exclamo Kelly.

Su rabia iba aumentando...

-Perdoname, Kelly. Lo olvide porque últimamente...

-¡Porque últimamente tu mundo gira en torno a Angie!-completo Kelly, mas enrabiada.

-Pues, si... fue por ella que olvide lo que había prometido...

Ed iba a decir algo mas, pero todo eso, fue interrumpido por una horrible bofetada que le dio su amiga con toda su rabia acumulada.

El aire se volvió totalmente denso.

Ed, algo choqueado, se lleva su fría mano a su mejilla. Sentía mucho ardor.

Kelly, se sintió bastante arrepentida luego de hacerlo, la rabia pudo mucho mas que ella. Se quedo sin habla, ni siquiera era capaz de decir "Lo siento".

-¿Sabes? Cuando aun éramos niños, una vez, como yo era tan fastidioso, te empece a molestar y te dije que eras la persona mas fea que había visto, lo cual tú reaccionaste dandome una bofetada. Al final, yo me arrepentí y te pedí disculpas. Tú aceptaste, pero también me prometiste que jamás me golpearías otra vez en la vida. ¿No te das cuenta, Kelly? Cualquiera olvida una promesa. Incluso tú.

Él tenía toda la razón. Pero Kelly, estaba tan confundida y enrabiada, que de un tirón, ella se quito el collar de corazón y se lo lanzo a Edmund.

-Toma tu mugroso collar-dijo ella-Regalaselo a Angie, a ella le vendría mucho mejor.

Edmund, con mucha tristeza recoge el collar y se marcha rapidamente.

La chica comenzó a llorar a mares tirada sobre el sofá.

"¿Como fui capaz de hacer eso? ¿Que paso conmigo?"-se preguntaba entre sollozos.

Cap. 9

Kelly se encontraba echandole agua a la flor narniana.

En cosa de minutos llega Edmund... cojeando. Aun sentía dolor por su tobillo. Venía con mucho animo de ver a su amiga, ya que ni siquiera pudo hablarle el día del partido.

-¡Hola Kelly!-saludo sonriente.

-Hola-respondio ella fríamente.

-También venía a refrescar un poco la flor...

Kelly no respondió nada a eso.

-¿Por que desapareciste tan rápido del partido ayer?-pregunto Ed.

-Es que... Me dolía un poco la cabeza.

En cierta parte, era cierto. Pero no fue por eso que realmente se fue.

-Bueno, gracias por ir a verme.

-No hay de que.

Kelly comenzó a alejarse de él, pero Ed, antes de que se fuera mas lejos, la tomo del brazo.

-Kel, ¿Que sucede contigo?

Sentía ganas de gritarle todo a la cara, pero algo de lo impedía.

-No se de que hablas.-respondio ella.

-Pensé que todo lo habíamos solucionado aquel día en la playa... pero al parecer, me equivoco.

-¡Ya dejame, hay gente mirandonos!- chilló ella.

Tenía razón. Había un grupo de uniformados mirando desde una esquina.

Edmund soltó el brazo de ella.

-Dime, Kelly-Ed fue mucho mas discreto al hablar-¿Que te sucede conmigo?

-Tú dime algo antes.... Es que acaso, ¿Te gusta... Angie?

De la seriedad, Ed comenzó a reír, pero al notar que su amiga no reía, él volvió con su seriedad.

-Pues... ella es mi amiga, aunque debo confesar que a veces pienso en que con ella podríamos hacer una buena pareja... Nos llevamos bastante bien, como para que no podría suceder algo...

Kelly se quedo sin habla. Solo pensó en sus adentros "Y ahora, ¿Que puedo hacer yo?".

-Nunca me habías preguntado algo así-dijo Ed, sonrojado.

-Siempre existe una primera vez para todo-dijo ella, fingiendo una sonrisa.


Al entrar a clases, Kelly se encuentra con Angie.

-Hola Kelly.

-Hola Angie.

Kelly tomó asiento en su puesto y saco un libro para leer.

-¿Por que desapareciste ayer?-pregunto Angie.

-Tuve un ataque de migraña.

Angie sacaba algo de su mochila. Era una tableta.

-Toma esto-dijo ella entregandoselo.

-¿Que es eso?

-Una tableta de medicina para el dolor de cabeza.

Kelly la tomo y la miro con delicadeza.

-Lo llevo a todas partes, si me hubieras dicho ayer que te dolía la cabeza, te hubieras tomado una y ¡Plap! tu dolor desaparece de una.

-Gracias, Angie.-agradecio Kelly junto a una sonrisa.


A la hora de salida, Kelly y Adela salían juntas de la escuela y lo primero que ven, es a Edmund conversando con Angie.

-¿Segura que no te molesta Angie?-pregunto Adela.

-Ade, debo confesarte que Angie me agrada bastante, ¡Es una buena persona! No puedo odiarla, sería terrible de mi parte.

-A mí también me agrada Angie... ¡Pero tú Kel, siempre serás mi amiga y te apoyare en todo!

-Lo entiendo.

-Pero, y ¿Que pasara con Edmund?

-Solo me resignare...

-¿¡Qué!?

-Me confeso que puede que le guste Angie...

-¿Y tú? ¿Y tus sentimientos?

-Solo soy la amiga de Edmund.


Cap. 8


-En serio, ella no es una mala persona... Ella quisiera ser tu amiga, pero tú no se lo permites.

Edmund y Kelly se encontraban frente a la flor narniana, echando un poco de agua en esta.

-Esta bien, haré las pases con Angie.

-¿Iras al partido de rugby esta tarde?

-Claro que si, ¿Cuando me he perdido uno?

-Uno de la semana pasada.

-Ese no cuenta.

-También ira Angie, ahí podrás hablarle. Se que te agradara.

-Esta bien, Ed. Lo haré.

Kelly esa tarde busco su mejor vestido, ¡El día estaba tan soleado y lindo!

Se vistió con un hermoso vestido azul marino y una boina negra que usaba ladeada.

-Te ves preciosa con ese vestido, Kelly-dijo Adela- De seguro Ed te mirara con otros ojos apenas te vea.

-¿Crees tú?

-De seguro. Ya es hora, debemos irnos.

Las dos fueron casi corriendo al lugar del juego y en el camino se encontraron con Katie y Edith.

Había mucha gente alrededor, familiares y amigos fueron a alentar el equipo que apoyaban.

-¿Donde nos sentaremos?-pregunto Adela.

-Allá esta Angie... deberíamos sentarnos junto a ella.

-¿Hablas en serio?

-Sí, creo que soy una estúpida al ignorarla.

-Esta bien...

Ambas se acercaron donde estaba sentado Angie.

-Hola Angie-dijo Kelly

Angie la miro sorprendida, pero amablemente le dijo:

-Hola Kelly ¿Como estás?

-Bien, gracias.

-¿Buscan asiento? Pueden tomar aquí.

-Gracias, Angie-dijo Adela.

Las chicas tomaron asiento junto a Angie.

-¿Ya va a comenzar?-pregunto Kelly.

-Al parecer-respondio Angie-Los jugadores ya están en la cancha.

Edmund con su equipo y el equipo rival estaban pre-calentando en la cancha.

Ed flexionaba sus piernas y tuvo un pequeño dolor en su tobillo, donde se torció hace varios días atrás.

-¡Auch!-se quejó.

-¿Que sucede, Ed?-pregunto Ryan.

-Sentí un pequeño dolor en mi tobillo-dijo Ed-Pero no es nada, descuida.

-¿Seguro?

-Seguro.

-Oye, Tienes cientos de amigas... y ¡Ninguna es tu novia! ¿Que diablos sucede contigo?

-Nada, Ryan.

-Deberías presentarme alguna... son guapas.

-Ryan, ¿No has visto a mi hermano?

-¿Por que voy a estar mirando a tu hermano? Yo quiero ver chicas, no a tu hermano...

Edmund echo un vistazo a la gente, ahí vio a la Kelly y sus amigas, y justo en ese momento llego Peter y Eustace.

Kelly le hizo un espacio a los dos.

-Kelly, hace varios días no te veía-dijo Peter- ¿Como va todo?

-Todo bien, y ¿A ti?

-Bien, vine con Eustace...

-¡Hola Eustace! Tiempo sin verte.

-Lo mismo digo, Kelly-dijo Eustace amablemente-Estare unos cuantos días en la casa de mis primos, entonces, nos veremos seguidamente los días que vienen.

-Que increíble el cambio que tuviste, Eustace-dijo Kelly impresionada-Definitivamente, ahora eres un encanto.

-¡Bien, chicos! ¡A sus posiciones, esto va a comenzar!-grito el entrenador.

Todos los jugadores hicieron caso al llamado.

El partido comenzó, las anotaciones iban y venían de ambos equipos. Ambos jugaban muy bien.

-Es la primera vez que veo jugar a Edmund-le dijo Angie a Kelly-Lo hace muy bien.

-Sí, realmente es muy bueno.

Pasaron veinte minutos hasta que ocurrió lo impensado.

Alguien del equipo contrario le dio una patada en el tobillo a Edmund.

Él cayo al suelo, trato de levantarse ya que quería seguir jugando, pero le fue imposible. El dolor podía mas que su voluntad.

-Edmund, ¿Estas bien?-preguntaron todos sus compañeros colocandose a su al rededor.

-¡Maldición!, Alguien me pego en el tobillo y ahora no lo siento.

El partido se detuvo. El entrenador se metió a la cancha a socorrer a Edmund.

-Pevensie, creí que estabas bien-le dijo.

-Yo también creí eso...


Mientras tanto, en la banca había tensión.

-¡Dios, justo le pegaron en su tobillo malo!-exclamo Angie.

-¿De que tobillo malo hablas?-pregunto Kelly, confundida por todo lo que pasaba.

-¿No te lo dijo?

Kelly se quedo callada.

-¿Por quien reemplazare a Pevensie? No tengo mas refuerzos-dijo el entrenador-Tendremos que dar el partido por finalizado.

-¡No, señor! Mi hermano mayor vino hasta acá, ¡Él puede reemplazarme!


-¡Tengo que ir a ver a Edmund!-dijo Angie saliendo de un salto de la silla, directo a la cancha.

Kelly la iba a seguir, pero en cosa de segundos, Peter la detiene diciendole:

-Kelly, por favor, quedate aquí y cuida a Eustace... Debo ir a ver a mi hermano.

Corrió a la cancha.


Ryan ayudo a Edmund a sentarse en una banca, casi no se podía mover.

-Edmund, ¿Te encuentras bien?-pregunto Angie.

-Creo que necesito un masaje urgente-dijo Ed sonriendo.

-Claro que lo tendrás-dijo ella acercandose.

Peter entro al lugar que tenía Edmund y continuo el partido.

Mientras tanto, Angie masajeaba el tobillo de su amigo, con sus técnicas de enfermera.

Kelly se trago esa amarga escena, desde su asiento, sin poder moverse.

Adela y sus amigas estaban demasiado concentradas en el partido, mas bien en Peter, para poder oír los problemas que tenía Kelly en ese momento.

Peter, cuando aun estaba en la escuela, jugaba en el mismo equipo que esta actualmente Edmund. Él era un buen jugador, al igual que su hermano, por eso el entrenador tuvo la confianza de dejarlo entrar a la cancha.

El partido iba muy bien, el equipo de Edmund al final ganó y todos fueron a festejar en medio de la cancha.

-Eustace, ve con tus primos a la cancha-le dijo Kelly a Eustace-Yo me debo ir...

-¿Por que te vas en medio de toda la celebración?

-Me duele la cabeza-dijo ella-Ve con ellos, antes de que te pierdas.

Eustace obedeció.

Kelly se largo del lugar echandose a correr. Los celos de nuevo la invadían.

Su mente solo le recordaba las caras felices de Ed y Angie al estar juntos.


Después de un largo rato, Edmund le dice a Angie.

-No veo a Kelly por ninguna parte...

-Yo tampoco... ¡Que extraño! Ella estaba sentada al lado mío.


Cuando los festejos finalizaron, Edmund con ayuda de su hermano y su primo, también con Angie, lo llevaron a casa.

Lo dejaron tomando descanso en su cama y a solas junto a Angie.

-¿Como te sientes ahora, Ed?-pregunto ella, acariciando el cabello de su amigo.

-Mejor... supongo-respondió.

-Para que el dolor se te quitara no tenías que seguir haciendo movimientos bruscos... Así el dolor de tu tobillo no quitara nunca.

-Me quedo mas que claro...

-¿Me lo prometes?

-¡Prometido!... Gracias por irme a ver hoy al partido, aunque casi no jugué.

-No te preocupes, la pase muy bien.

Mientras tanto, Peter y Eustace espiaban desde la cerradura de la puerta.

-Es que acaso ellos... ¿Son novios?-susurro Eustace.

-No lo creo...

-Pues, lo parecen.

-En eso tienes razón.

-Creí que Ed quería estar con Kelly...

-No sigamos espiando, vamonos, Eustace...

Angie miraba fijamente la foto que tenía Ed en su repisa.

-Somos Kelly y yo hace unos años atrás-dijo él al darse cuenta.

-Que lindos...

-Me pregunto, donde estará ella... Cada vez que desaparece de mi vista, es porque algo malo sucede.

Angie no supo que decir a eso.

-La ire a ver-dijo Edmund levantandose de la cama.

-¿Estas loco? Quedaras sin pie si sigues moviendote.

-Pero es que...

-Me lo prometiste-dijo Angie con decepción.

Angie tenía razón y Ed no podía lidiar contra eso.