Kelly y Adela se encontraban en la cafetería... conversando acerca de sus problemas.
-¡No se que hacer, Ade!-exclamo Kelly, antes de darle un sorbo a su café- Edmund se puede ir en cualquier momento... y yo no puedo hacer nada.
-Las cosas pasan para mejor-calmó Adela-Al menos eso dicen...
-Pero, ¿que pasa si él muere? ¿que pasa si vuelve con otra mentalidad? ¿que pasa si él cambia? ¿que pasa si él me olvida?
-Deja de torturarte con esas preguntas, ¿que pasa si no pasa nada de lo que te preguntas?
-Pues, sería todo tan perfecto...
-Se optimista, piensa positivo.
-Él dijo que anhelaba entrar a la fuerzas armadas junto a su hermano y su padre...
-¿Ves? ¡Él quiere eso! Solo dejálo ir, y veras como él volverá.
Adela tomaba de su café muy tranquilamente.
-¿No crees... que piensas extremadamente positivo?
Adela termino su café y dijo:
-Kelly, creo que es el momento adecuado para decirte esto.
-¿Decirme que?
-Me postulare para la fuerza aérea femenina.
La expresión de susto de Kelly cambio radicalmente a uno de pánico.
-¿Que? ¿Que estas diciendo?
-Primero tengo que quedar seleccionada entre otra trescientas mujeres para pilotear...
-¿¡Es que todos quieren dejarme sola!?-exclamo la joven con rabia, levantandose rápidamente de su asiento y corriendo a la salida del local. El café en su taza quedo hasta la mitad.
-Oh, Kelly...
Su amiga corrió tras ella, Adela tomo su brazo y pudo detenerla.
-Kelly, se que no toleras mi idea, pero yo realmente quiero hacerlo. Por eso entiendo tanto a Edmund.
-Tú lo haz dicho, no la tolero.
Con pena y rabia, Kelly siguió corriendo hasta perder de vista a su amiga.
"Tal vez cuando quite toda esa rabia de su cuerpo y su mente, pueda entenderme"-se dijo Adela.
Adela la entendía perfectamente, sabía que sucedería esto al contarle, que bien se lo tenía guardado desde hace varios meses atrás.
Kelly mientras tanto, se creía perdida en medio de Londres. Caminaba por calles que jamás en su vida había pisado antes. La gente caminaba de un lado al otro y no se detenían
"¿Donde estoy?"-se preguntaba una y otra vez.
Se sintió algo mareada y tomó asiento en un banquillo. A los minutos después escucho a alguien decir: "Kelly, ¿que haces por aquí?"
Cayo desmayada a los brazos de alguien.
La joven abrió sus ojos y se encontró recostada sobre una cama y en un casa que no era la de ella.
A su lado se encontraba Tom. .
-Sabía que solo había sido un desmayo-dijo Tom con una dulce sonrisa-Que bueno que ya hayas despertado.
-¿Yo... me desmaye?-pregunto la joven, confundida.
-Sí, estabas sola sentada en un banquillo, apenas te hable caíste desmayada a mis brazos.
-¡Oh, pero que me pasa!
-Tal vez has comido o poco... tus defensas están bajas o hay algo que te ha tenido preocupada.
-Pues... hay algo que me ha tenido muy, muy preocupada. Mi novio, en cualquier momento, será parte del frente militar... y mi mejor amiga decidió enlistarse para ser parte de la fuerza aérea femenina.
-Vaya... debes estar muy preocupada por ellos.
-Oh, si que lo estoy. No quiero que les pase nada malo, pero... no se que hacer, además me sentiré tan sola sin ellos dos a mi lado.
-No te sentirás sola... Tienes a tu familia... y a mí, que soy tu amigo.
La chica sonrío de oreja a oreja al oirlo decir eso, pero al ver la hora se espanto y de un brinco salió de la cama.
-Debo irme a casa, mi familia ya debe estar preocupada.
Edmund miraba a través de su ventana y a la vez la acariciaba con delicadeza, con un mirada muy nostálgica. Su hermana mayor noto eso al pasar por ahí en busca de una revista y le dijo, suponiendo de lo que se trataba:
-Al menos siempre quisiste servir a tu patria ¿No es así? No deberías tener esa cara, Ed.
-Lo sé, hermana-dijo él-Pero es que no lo puedo evitar.
-Estarás junto a papá y Peter, no tienes nada que temer...
-Temo por ti, por Lucy, por mi madre... y por Kelly.
-Ed, nosotras estaremos bien. Y por Kelly, solo tendrá que asumirlo, en cualquier momento iba a pasar.
El joven se acerco a su hermana, y con un tono muy triste, le pregunta:
-Susan, ¿Crees tú... que Kelly... se pueda olvidar de mí... en el transcurso que yo no este?
-Sí ella te ama de verdad, no tendría porque hacerlo.
-¿Y si lo hace?
-No te quiso de verdad entonces.
Edmund acomodo su cabeza sobre el hombro de su hermana y la abrazo, ella solo atino a acariciar su cabello.
-No quiero perderla, Susan. La amo de verdad, quiero estar junto a ella, quiero pasar el resto de mi vida junto a Kelly, estoy demasiado enamorado de ella, pero... quien sabe si mi futuro pueda ser junto a ella.
-Solo Dios sabe, Ed. Y también el porque pasan las cosas.