Cap, 24

Kelly fue dada de alta.

De inmediato se animo a levantarse de la cama, vestirse con un nuevo vestido y perfumarse... también se animo para ir a la casa de Edmund a enfrentar cualquier situación. Quería demostrarle lo mucho que lo ama y que nunca ha dejado de amarlo.

Tomó su bicicleta, pedaleo rápido sin pasar a llevar su sedoso vestido y en cosa de dos minutos llegó a la casa de su amado.

Toco la puerta y su piel se erizo.

"¿Y que pasa si abre Susan? De seguro me echara... ¡No, no lo permitiré!"

Para su suerte, quien abrió fue Edmund, pero para Edmund no era suerte. Estos últimos días había tratado en lo posible de no pensar en Kelly y solo prepararse física y mentalmente para las batallas que le venían encima. Y ahora llega ella, con su belleza y buena presencia.

-Necesito hablar contigo.

-Kelly, creí que todo estaba acabado...

-Nada estaba acabado, por favor, dejame pasar.

-Esta bien-cedio Ed.


No se oía ningún ruido en la casa, solo tranquilidad, Edmund estaba solo.

Fueron hasta la habitación y ahí comenzó todo.


-¿Que necesitas?-pregunto Edmund, mirando a través de la ventana para ver si sus hermanos volvían.

-Edmund, aún te amo.

-Tú me dejaste y después te vi besando a tu amigo, ¿Esa es la manera de amarme?

-Él me besó sorpresivamente a mí, porque me confesó que yo le gustaba, pero yo le dije que no me gustaba... pero ya aclaramos todo.

-No te creo...

-Pues, no me creas, yo te estoy diciendo la verdad.

-Aun así me dejaste porque dudabas amarme...

-Sí, lo reconozco. Pero me sirvió para darme cuenta que te amo mas que nunca y que soy capaz de seguirte a cualquier parte.


Edmund se negaba a voltear y encontrarse con el rostro blanco y lindo de Kelly, prefería seguir mirando por la ventana.

-No sabes cuanto sufrí, cuanto lloré por las noches los días que no te veía... El día en que me dejaste...

-Quiero remediarlo todo, Ed.

-No hay forma de remediarlo.

-Te amo, Ed y mas que nunca... Te prometo que cambie para mejor, mi mente esta mas clara y lo que se es que te extraño mucho, y muero por volver a tu lado.

Las palabras chocaban como puñales en el corazón de Edmund, no sabía si creerle o no. Se sentía entre la espada y la pared.

Kelly comenzó a acercarse a él, lentamente, y lo abrazó por la espalda. Edmund sintió que una electricidad recorría todo su cuerpo, al volver a chocar piel con piel con su amada.


-Es que a veces siento que tú no me quieres...

-¿Como puedo hacerte creer que yo te amo mas que nunca?

Edmund se encogió de hombros.


Kelly comenzó a besar su espalda, y luego, de a poco, comenzó a desabotonar la camisa de Edmund.

-¿Estas... segura?-preguntó Ed, con un poco de nerviosismo.

-Solo contigo podría estarlo.

Edmund volteó lentamente, y el vestido de su chica yacía en el suelo.

-¿Tú también estas seguro?-pregunto la chica.

-Mas que nunca.

Edmund apegó su cuerpo al de ella, la beso tiernamente por el cuello... y sonrió enormemente al ver que ella aun conservaba el collar.


Un mes después...


La relación entre Edmund y Kelly mejoro enormemente, volvieron a ser esa pareja ideal que eran antes de todos sus problemas. En fin, terminaron reconciliandose.

Kelly mejoró su salud con el pasar de los días, dividió su tiempo para Ed y para el conservatorio.

Edmund ahora le entusiasmaba la idea de servir a su nación, mas si tenía el apoyo de su novia.


-¡No te imaginas lo que paso ayer en mi casa!-exclamo Edmund muy emocionado, entrando a la casa de su novia.

-¿Que fue lo que paso?-pregunto la chica curiosa.

-Cenaba tranquilamente con mi familia y de repente, desde la nada, aparece un hombre en un abrir y cerrar de ojos, mas bien era bastante joven, se parecía como si estuviera agonizando, Peter le pidió que se identificara, pero el tipo no respondió y desapareció.

-¿Crees que haya sido un fantasma?

-¡Para nada! ¡Eso es un mensaje de Narnia!

-¿Crees que Aslan... los esta llamando para que vuelvan?

-Tal vez... pero no a mí ni a mis hermanos, nosotros no podemos volver... pero si quienes pueden ir son Eustace y su amiga Jill.

-¡Una nueva misión en Narnia!

-Bueno, y con respecto a este tema, tengo que decirte que esta noche viajare al campo junto con Peter...

-¿Por que?

-Porque mi tía Polly y su amigo, el profesor que nos recibió en su casa cuando fuimos a Narnia por primera vez, cuando ambos eran niños, viajaban a Narnia por medio de unos anillos. Al final esos anillos los enterraron en el patio de la casa del profesor, pero el profesor vendió su casa y ya no vive ahí... por lo que tendremos que meternos al terreno como infiltrados y encontrar esos anillos, para que mi primo y su amigo puedan llegar a Narnia.

-Espero que no les pase nada malo, ni a ti, ni a Peter.

-Claro que no, volveremos mañana, a eso de las 12 del día.

Kelly sintió un horrible dolor en el pecho, cerca de su corazón.

-¿Que sucede, Kelly?-pregunto Edmund al ver la expresión de la cara de la chica.

-Sentí un pequeño dolor en el pecho, de repente.

-¿Te sientes bien?

-¿Seguro que estarás bien en ese viaje?

-Ah, con que te preocupaste ¿No? ¡Claro que estaré bien, Kelly!

La chica quitó el collar de su cuello y lo puso al rededor del cuello de Edmund.

-Mientras tengas esto, estarás conmigo...

Edmund sonrió y la besó, para calmar los nervios de Kelly.


Horas después, cuando ambos estaban sentados en el césped del patio trasero mirando el atardecer...


-¿Recuerdas que día es este?-preguntó Kelly, mientras tomaba la mano de Edmund.

-Pues... no.

-¿¡No!?

Edmund comenzó a reír a carcajadas de la horrible expresión que puso Kelly y luego dijo:

-¡Claro que se que día es hoy!

-Me creí por unos segundos que lo habías olvidado...

-Jamás olvidaría un día como este... Es mas, te tengo un regalo.

-Oh, ¿en serio?

-Sí, pero... hay una condición.

-¿Cual?

-Debes cerrar los ojos y abrirlos cuando yo te diga ¿Sí?

-Esta bien.

Kelly obedeció, lucía una sonrisa ansiosa. Edmund, sacó un pequeño objeto de su bolsillo.

-Ahora puedes abrirlos...

Apenas abrió sus ojos, su vista fue concentrada totalmente en el regalo de Edmund. Un hermoso anillo.

La chica sonrió de oreja a oreja y sus ojos brillaban de emoción, y luego miro a Edmund.

-¿Quieres casarte conmigo?

-¡Claro que sí!

Edmund puso el anillo en un dedo de la chica y ella comenzó a lucirse y dar vueltas como una niña.

-¡Esto es increíble, Ed!-exclamaba Kelly-¡Tan solo mira el anillo, es precioso!

-Me pone feliz que te haya gustado...

-¿Que me haya gustado? ¡Me encanto!

Kelly abrazó a Ed y lo lleno de besos.

-Tan solo imaginate esto, tú y yo en el altar, y luego ¡Felices por siempre!

-¿Que tal suena "Señora Kelly de Pevensie"?

-Suena hermoso, Ed... es como un sueño.

Kelly se abrazó de Edmund y acomodo su cabeza en el hombro de su novio.

-¿Crees que a tus padres les agrade la noticia?-preguntó Edmund.

-Claro que sí, ya sabes como son... ¿Y los tuyos?

-Mis padres ya saben y están muy contentos por nosotros.

-¡Quiero ver la cara que pondrán Adela y Ryan!

-Por lo menos Ryan ya lo sabe, ayer se lo conté ya que ambos fuimos a jugar rugby... Alguien de los jugadores me pegó en la rodilla y ahora me duele demasiado.

-Será mejor que llamé a Angie para que te haga un masaje ¿No?

-Pues, ella hacía los mejores masajes del mundo.

-Entonces, ¿Por que no te casas con ella?

-Porque estoy enamorado de una chica que no sabe hacer masajes.

Kelly sonrió de oreja a oreja, hasta que Edmund le dice:


-Ya me tengo que ir, le prometí a Peter que llegaría temprano...

-Esta bien...

-Apenas llegué, prometo venir a verte.

-Y ¿Que tal si yo voy a buscarte?

-No, ni lo sueñes. Yo vendré por ti, te lo prometo.

Kelly volvió a sentir ese horrible dolor en el pecho.

Soltó un pequeño gemido de dolor y el chico de preocupo.

-Kelly, en serio, creo deberíamos llamar a un doctor.

-Me recostare en la cama y ya se me quitara...

-¿Segura?

-Sí, lo prometo.


Kelly fue a dejar a Ed hasta la puerta y antes de que se fuera, tomo su mano.

-No estés mal por mí, linda-decía Ed- Mañana volveré por ti y planearemos nuestro futuro... juntos.

-Es que... no me gusta separarme de ti, me hace sentir mal.

-Volveré, ni siquiera es necesario decir "Adiós".

Kelly abrazó a Ed con todas sus fuerzas y luego besó su frente.

-Nos vemos mañana, ¿Sí?

-Nos veremos mañana y por el resto de nuestras vidas.


Sus manos comenzaron a soltarse de a poco.

El dolor de Kelly se hizo mas profundo, pero lo disimulo lo mas que pudo para no preocupar a su novio.

-Te amo.

-Yo te amo mas...


Cap. 23

"Esta despertando"-fue lo primero que escucho a su al rededor en su primer intento de despertar.

Se encontraba sumida en su cama y a su lado estaban sus padres y Adela.

-¿Te encuentras mejor, hija?-pregunto su mamá.

-¿Que paso?-pregunto Kelly totalmente extrañada.

-¿No recuerdas nada?

-Pues, no...

Adela se sentó a un costado de la cama y le explico:

-Pues, ibas en el tren, cuando de repente te desmayaste y perdiste la conciencia varios minutos... Rápidamente la gente que estaba a tu al rededor te ayudo y un policía ayudo a contactar a tu familia.

-Pero... ¿Por que me desmaye?

-Según unos chequeos médicos, tus defensas están demasiado bajas-explico el papá- Y se debe a que últimamente sueles andar de una manera muy decaída y casi ni comes.

-Por eso estas tan delgada y sin ganas de nada, el conservatorio te debe tener exhausta-agregó la mamá.-Se que eso es la causa principal.

-Creo que tienen razón... Me tendré que cuidar mas.

Alguien toca la puerta...

-Iré a ver quien toca la puerta-dijo la madre de Kelly.

-Ya que te encuentras mejor, te dejó con tu amiga-dijo su padre-Tengo que volver a mi trabajo. Adiós, hija, espero que te sientas mucho mejor.

Ambos se retiraron de la habitación, y Kelly quedo junto a Adela.

-¿Ibas a buscar a Edmund en el tren que ibas, cierto?

-Pues... si, por lo que mi mente alcanza a recordar...

-Oh, Kelly...

En cosa de segundos, alguien toca la puerta de la habitación y Kelly dijo "Adelante".

La puerta se abrió, y era, nada mas y nada menos que Edmund. Ambas quedaron boquiabiertas.

Adela, leyó el pensamiento del chico y decidió retirarse del lugar.

"Vuelvo en un rato"-dio por excusa.

Al quedar solos, el ambiente se puso algo tenso. Ambos no se atrevían a mirarse a la cara, ni tampoco iniciar una conversación. Al cabo de varios segundos después, Edmund dice, con mucha timidez:

-¿Como te encuentras?

-Bien, gracias.

De nuevo hubo una larga pausa entre los dos.

-Sabes, Kelly-dijo Edmund-Para acabar con toda esta parafernalia de una vez por todas, realmente lo lamento por lo que paso, se perfectamente cual era tu razón de haber estado en ese tren y realmente lo lamento, Lucy también.

La chica se quedo sin palabras, no sabía que responder, así que se quedo mirando a Edmund, como tratando de sacarle mas palabras.

-Te pido disculpas si consideras que fue todo mi culpa lo que paso-continuo Edmund- Pero, lo que si quiero que te grabes en tu cabeza es que... me heriste. Heriste lo mas profundo de mi corazón, Kelly.

-Edmund, yo no...

-No se si lo sabes, pero en menos de tres meses desapareceré de aquí... Entonces, ya no me tendrás aquí para fastidiarte los días, así podrás ser feliz sin preocuparte de nada.

La chica, conteniendo las lagrimas, trato de decir algo, pero Edmund volvió a interrumpirla.

-Adiós, Kelly... espero que te recuperes pronto.

Apenas cerro la puerta, Kelly rompió un llanto terrible.



Dos días después...


Kelly almorzaba sentada en la comodidad de su cama gracias a una bandeja que le dejó su madre.

Cuando ya terminaba de tomar su sopa, alguien toca la puerta. La chica supuso que era su madre, quien venía a retirar la bandeja si es que ella había terminado.

"Adelante"-dijo Kelly.

Quien entro no era su madre, era Tom.

-Hola Kelly-saludo con una sonrisa nerviosa.

-Hola Tom-respondio ella, casi sin aliento al verlo.

-¿Como te encuentras?

-Mucho mejor, gracias.

Tom no sabía como continuar la conversación, le estaba resultando muy complicado y sus manos sudaban.

-Tom, acerca de lo que paso el otro día...

-Oh, no, no te preocupes-dijo Tom con una sonrisa bastante fingida-Todo esta bien.

-Disculpame si actúe de una manera agresiva...

-Entonces disculpame a mí, si es que yo actúe como un total psicópata.

-Me pillaste en el momento en que mas vulnerable yo estaba, eso influencio mucho. Espero no haberte herido...

-Vine para que todo esto lo dejáramos atrás... Quiero volver a ser tu amigo, no volveré a propasarme contigo, lo juro.

-Pues...

-Ya me quedo claro, que yo no te gusto como algo mas, ¿Para que voy a seguir insistiendo? Te prometo que seré un buen amigo desde ahora en adelante si tú me dejas serlo.

-Yo te prometo que conocerás una mujer mil veces mejor que yo que te hará feliz.

-¿Amigos otra vez?

-Amigos.

Cap. 22

Edmund se encontraba sentado, leyendo el periódico, cuando de un momento a otro, alguien toca la puerta.

Él, se levanto del sofá y dejó el periódico a un lado. Abrió la puerta y se trataba de un tipo vestido de militar con varios sobres en su mano.

-¿Peter y Edmund Pevensie?-pregunto el desconocido.

-Somos mi hermano y yo-respondio Ed.

-Les ha llegado un importante telegrama, deben leerlo lo antes posible.

El tipo le entrego dos sobres a Edmund, él las recibió con nerviosismo.

-¿De que se trata?

-Al parecer, pronto serán parte del ejercito...

-Vaya... Gracias.

El tipo se despidió, y Edmund llamó a sus hermanos. Cada uno dejó de hacer lo que estaba haciendo y se dirigieron donde Edmund.

-¿Que sucede, Ed?-pregunto Susan-¿Por que tanto alboroto?

-Ha llegado telegrama para Peter y yo, puede ser que nos vayamos a la guerra-dijo Edmund con nerviosismo.

-¡Oh, oh!-balbuceo Peter.

Ambos abrieron sus cartas como si fuera un regalo de navidad y leyeron con rapidez. Ambas cartas decían lo mismo.

-¿Que dice?-preguntaban sus hermanas una y otra vez.

Edmund se quedo sin palabras y fue su hermano el que respondió por ambos:

-Dice que entraremos en menos de tres meses... que debemos tener un poco de paciencia.

-Entonces... estos dos meses los aprovecharemos lo mas que podamos-dijo Lucy con una sonrisa nostálgica.

Peter consiguió un abrazo familiar, y luego dijo:

-No tienen porque temer, ¿Que no se acuerdan que hemos estados en los mas horribles combates y todas esas veces salimos con vida de ahí? ¡Esta estúpida guerra no es nada comparado con aquellos combates!

-Sí, Peter tiene razón- alentó Edmund.

-¡Dejen de hablar barbaridades, por Dios!-exclamó Susan, algo molesta.

-¡No oigan a Susan!-exclamo Lucy-¡Ella ya no cree en Narnia!

-Lucy, solo eran locos juegos que imaginamos cuando éramos mas pequeños-dijo Susan-Es imposible que sigas creyendo en eso.

-No eran unos locos juegos, Susan, todo lo sucedido en Narnia ocurrió de verdad-defendio Peter.

-Digan lo que quieran, yo soy la única cuerda en esta casa-dijo retirandose indignada hasta su habitación.


-


"¡Fue una hermosa presentación en Bristol! ¡Fuimos bien recibidos junto a Tom, y también aplaudidos! Ahora volvemos a la realidad de Londres, a enfrentar todos mis problemas que deje pendientes".


Kelly escribía en su bloc de notas mientras su compañero de asiento dormía.


"El profesor Pevensie, me dio muchos consejos y técnicas de como tocar bien el piano, después de todo, él es un maestro de la música. Y también hice amistades con estudiantes de música del conservatorio en Bristol ¡Todos fueron muy amables conmigo! Prometieron que pronto visitarían Londres y podrían tocar algunas piezas para los estudiantes del conservatorio en el que estoy."


-


Edmund tenía un pequeño entrenamiento con su equipo de rugby, pronto tendrían un partido contra unos chicos conocidos del entrenador. Ahora solo esperaba que el dichoso partido fuera antes de dos meses.

Cuando se acerco a una esquina del lugar, para tomar un refrescarse con agua, vio que Adela estaba sentada en un banquillo, sin compañía de nadie, mirando el entrenamiento.

-Adela...-dijo Edmund mientras caminaba hacia ella.

La chica se voltio a verlo y lo saludo.

-Ryan no vendrá hoy...-se apresuro en decir.

-No vengo por Ryan, vengo por ti-dijo ella.

-¿Por mi?-dijo Edmund sorprendido, sentadose junto a ella.

-¿Quieres saber cuando llega Kelly?

-¿Que?

Adela abrió su bolso y saco un ramillete de flores.

-¿Y eso?

-Para que se lo entregues a Kelly, hace cuenta que tú lo compraste-dijo Adela.

Edmund tomo el ramillete y le pareció muy lindo.

-Kelly llega en cinco o diez minutos mas a su casa-dijo ella.

Edmund se quedo sin que hacer o decir.

-¡Vamos a encontrarla, idiota!-exclamo Adela-¡Apresurate!

Edmund fue corriendo donde su entrenador a avisarle, que por fuerza mayor debía retirarse. Tomó un par de cosas que había llevado y luego monto su bicicleta, Adela se montó en la parte de atrás.

Muy emocionado y sin borrar una tonta sonrisa que traía en la cara, pedaleo lo mas que pudo mientras que Adela le gritaba una y otra vez al oído "¡Acelera!", Edmund solo respondía: "¡Eso es lo que hago!".

Cuando ya se acercaban y estaban a dos casas de llegar donde Kelly, Adela, con algo de desesperación, le dice al oído:

-Detente, detente...

-¿Por qué?

-Solo hazlo.

Edmund obedeció sin entender, ambos se bajaron de la bicicleta y la dejaron a un lado.

Kelly se encontraba conversando con Tom en la entrada de su casa.

Ahora comprendía todo, ambos se escondieron detrás de un árbol y comenzaron a espiar.

-¿Estara bien hacer esto?-pregunto Edmund.

-Ed, también sospecho lo mismo que tú-dijo Adela-Debo serte sincera.


-


-Debo confesarte que, aunque en un principio no quería venir, me la pase muy bien contigo-decia Kelly, con una sonrisa.

-Yo igual la pase muy bien contigo-dijo Tom.

-Bueno... ahora estoy muy cansada con el largo viaje que tuvimos, será mejor que sigamos charlando mañana.

-Si, será mejor, pero...

-¿Pero?

Tom comenzó a mirar para todos los lados, para ver si merodeaba alguien cerca del lugar y luego tomo la mano de Kelly.


-


-¡No escucho nada!-chilló Edmund.

-No grites, te pueden escuchar... ¡Tom acaba de tomar la mano de Kelly!

-¡Qué! Iré a darle su merecido, ¿quien se ha creído?...

Adela no dejó pasar a Edmund y lo tomó de las manos.

-¡Detente! ¡Puedas dejar las cosas peor!

Edmund le hizo caso y continuo mirando con rabia e impotencia, detrás del árbol.


-


-¿Que esta pasando, Tom?-pregunto Kelly bastante nerviosa y confundida.

-Kelly, no se si este es el momento adecuado, pero prefiero hacerlo lo antes posible...

-¿Momento adecuado para que?, Sabes Tom, me estas asustando...

-Kelly, me he enamorado de ti desde el primer momento en que te vi...

La chica sintió que el corazón se le iba a salir por la boca... ¿Que era lo que estaba diciendo su mejor amigo?, ¿que estaba enamorado de ella?. Trato de convencerse que aun estaba durmiendo camino a Londres en los incomodos asientos del tren. Pestañeo una y otra vez, pero no, ella estaba en la total realidad.

-¿Estas bromeando, cierto?-dijo ella, con un sonrisa algo tonta.

-Jamás bromearía con algo así, Kelly.

-Pero es imposible, ¡Tú no puedes estar enamorado de mí!

-¿Por que no?

-Porque... no lo sé... creí que era tu amiga. No, realmente no te creo. Será mejor que hablemos mañana ¿Sí?

Tom no quiso soltar la mano de su amiga, y la jaló hasta tenerla frente a él.

-¿Que ha...

Kelly no había terminado de hablar, cuando el chico se acerca a su boca y le roba un beso. Ella simplemente no supo que hacer, solo se congelo... hasta que, alcanza a ver que Edmund, que tenía un ramillete de rosas, y Adela estaban saliendo detrás de un árbol, con caras de horror y confusión. Kelly, de inmediato quitó al chico de encima, quien de inmediato, pregunto:

-¿Que sucede?

-¡Esto esta mal!-chilló Kelly-¡Esto es un horrible error!

-Pero...

-¡No te atrevas a acercarte a mí otra vez o juro que te estrangularé con mis propias manos!

-Kelly, lo que menos quería hacerte sentir, era enojo, por favor...

-¡Yo no te amo a ti! ¿Acaso no te queda claro?

Al oír lo ultimo, Tom no continuo insistiendo, y se fue a su casa con el rabo entre las piernas.

La chica, apenas se deshizo de su inesperado amado, se digirió donde Edmund y Adela, pero se dio cuenta que ya iban muy lejos huyendo en una bicicleta.

El ramillete de rosas, estaba tirado en medio de la calle, con pétalos rojos esparcidos por todas partes.

Se quedo mirando esa escena, mientras acariciaba su collar.


"La Propuesta al Rey Edmund"



Archenland es amenazada a guerra por los Calormenes. El Rey Lune recurre a los cuatro Reyes de Narnia, buscando ayuda y protección para su país, para Anvard y por sobre todo, para su única hija Aralen, la causante de que se haya desatado esta guerra... Una vez allá, el Rey Lune le hace una propuesta bastante especial al Rey Edmund, ¿Podrá este tomarla?



Esa es la intro a mi nuevo fic, que comenzaré a publicar una vez que termine el actual que estoy subiendo. Espero que les agrade la trama, pues se sitúa en la época de oro de Narnia y lo que "hubiera pasado" si el Rey Lune hubiera tenido una hija.