Kelly fue dada de alta.
De inmediato se animo a levantarse de la cama, vestirse con un nuevo vestido y perfumarse... también se animo para ir a la casa de Edmund a enfrentar cualquier situación. Quería demostrarle lo mucho que lo ama y que nunca ha dejado de amarlo.
Tomó su bicicleta, pedaleo rápido sin pasar a llevar su sedoso vestido y en cosa de dos minutos llegó a la casa de su amado.
Toco la puerta y su piel se erizo.
"¿Y que pasa si abre Susan? De seguro me echara... ¡No, no lo permitiré!"
Para su suerte, quien abrió fue Edmund, pero para Edmund no era suerte. Estos últimos días había tratado en lo posible de no pensar en Kelly y solo prepararse física y mentalmente para las batallas que le venían encima. Y ahora llega ella, con su belleza y buena presencia.
-Necesito hablar contigo.
-Kelly, creí que todo estaba acabado...
-Nada estaba acabado, por favor, dejame pasar.
-Esta bien-cedio Ed.
No se oía ningún ruido en la casa, solo tranquilidad, Edmund estaba solo.
Fueron hasta la habitación y ahí comenzó todo.
-¿Que necesitas?-pregunto Edmund, mirando a través de la ventana para ver si sus hermanos volvían.
-Edmund, aún te amo.
-Tú me dejaste y después te vi besando a tu amigo, ¿Esa es la manera de amarme?
-Él me besó sorpresivamente a mí, porque me confesó que yo le gustaba, pero yo le dije que no me gustaba... pero ya aclaramos todo.
-No te creo...
-Pues, no me creas, yo te estoy diciendo la verdad.
-Aun así me dejaste porque dudabas amarme...
-Sí, lo reconozco. Pero me sirvió para darme cuenta que te amo mas que nunca y que soy capaz de seguirte a cualquier parte.
Edmund se negaba a voltear y encontrarse con el rostro blanco y lindo de Kelly, prefería seguir mirando por la ventana.
-No sabes cuanto sufrí, cuanto lloré por las noches los días que no te veía... El día en que me dejaste...
-Quiero remediarlo todo, Ed.
-No hay forma de remediarlo.
-Te amo, Ed y mas que nunca... Te prometo que cambie para mejor, mi mente esta mas clara y lo que se es que te extraño mucho, y muero por volver a tu lado.
Las palabras chocaban como puñales en el corazón de Edmund, no sabía si creerle o no. Se sentía entre la espada y la pared.
Kelly comenzó a acercarse a él, lentamente, y lo abrazó por la espalda. Edmund sintió que una electricidad recorría todo su cuerpo, al volver a chocar piel con piel con su amada.
-Es que a veces siento que tú no me quieres...
-¿Como puedo hacerte creer que yo te amo mas que nunca?
Edmund se encogió de hombros.
Kelly comenzó a besar su espalda, y luego, de a poco, comenzó a desabotonar la camisa de Edmund.
-¿Estas... segura?-preguntó Ed, con un poco de nerviosismo.
-Solo contigo podría estarlo.
Edmund volteó lentamente, y el vestido de su chica yacía en el suelo.
-¿Tú también estas seguro?-pregunto la chica.
-Mas que nunca.
Edmund apegó su cuerpo al de ella, la beso tiernamente por el cuello... y sonrió enormemente al ver que ella aun conservaba el collar.
Un mes después...
La relación entre Edmund y Kelly mejoro enormemente, volvieron a ser esa pareja ideal que eran antes de todos sus problemas. En fin, terminaron reconciliandose.
Kelly mejoró su salud con el pasar de los días, dividió su tiempo para Ed y para el conservatorio.
Edmund ahora le entusiasmaba la idea de servir a su nación, mas si tenía el apoyo de su novia.
-¡No te imaginas lo que paso ayer en mi casa!-exclamo Edmund muy emocionado, entrando a la casa de su novia.
-¿Que fue lo que paso?-pregunto la chica curiosa.
-Cenaba tranquilamente con mi familia y de repente, desde la nada, aparece un hombre en un abrir y cerrar de ojos, mas bien era bastante joven, se parecía como si estuviera agonizando, Peter le pidió que se identificara, pero el tipo no respondió y desapareció.
-¿Crees que haya sido un fantasma?
-¡Para nada! ¡Eso es un mensaje de Narnia!
-¿Crees que Aslan... los esta llamando para que vuelvan?
-Tal vez... pero no a mí ni a mis hermanos, nosotros no podemos volver... pero si quienes pueden ir son Eustace y su amiga Jill.
-¡Una nueva misión en Narnia!
-Bueno, y con respecto a este tema, tengo que decirte que esta noche viajare al campo junto con Peter...
-¿Por que?
-Porque mi tía Polly y su amigo, el profesor que nos recibió en su casa cuando fuimos a Narnia por primera vez, cuando ambos eran niños, viajaban a Narnia por medio de unos anillos. Al final esos anillos los enterraron en el patio de la casa del profesor, pero el profesor vendió su casa y ya no vive ahí... por lo que tendremos que meternos al terreno como infiltrados y encontrar esos anillos, para que mi primo y su amigo puedan llegar a Narnia.
-Espero que no les pase nada malo, ni a ti, ni a Peter.
-Claro que no, volveremos mañana, a eso de las 12 del día.
Kelly sintió un horrible dolor en el pecho, cerca de su corazón.
-¿Que sucede, Kelly?-pregunto Edmund al ver la expresión de la cara de la chica.
-Sentí un pequeño dolor en el pecho, de repente.
-¿Te sientes bien?
-¿Seguro que estarás bien en ese viaje?
-Ah, con que te preocupaste ¿No? ¡Claro que estaré bien, Kelly!
La chica quitó el collar de su cuello y lo puso al rededor del cuello de Edmund.
-Mientras tengas esto, estarás conmigo...
Edmund sonrió y la besó, para calmar los nervios de Kelly.
Horas después, cuando ambos estaban sentados en el césped del patio trasero mirando el atardecer...
-¿Recuerdas que día es este?-preguntó Kelly, mientras tomaba la mano de Edmund.
-Pues... no.
-¿¡No!?
Edmund comenzó a reír a carcajadas de la horrible expresión que puso Kelly y luego dijo:
-¡Claro que se que día es hoy!
-Me creí por unos segundos que lo habías olvidado...
-Jamás olvidaría un día como este... Es mas, te tengo un regalo.
-Oh, ¿en serio?
-Sí, pero... hay una condición.
-¿Cual?
-Debes cerrar los ojos y abrirlos cuando yo te diga ¿Sí?
-Esta bien.
Kelly obedeció, lucía una sonrisa ansiosa. Edmund, sacó un pequeño objeto de su bolsillo.
-Ahora puedes abrirlos...
Apenas abrió sus ojos, su vista fue concentrada totalmente en el regalo de Edmund. Un hermoso anillo.
La chica sonrió de oreja a oreja y sus ojos brillaban de emoción, y luego miro a Edmund.
-¿Quieres casarte conmigo?
-¡Claro que sí!
Edmund puso el anillo en un dedo de la chica y ella comenzó a lucirse y dar vueltas como una niña.
-¡Esto es increíble, Ed!-exclamaba Kelly-¡Tan solo mira el anillo, es precioso!
-Me pone feliz que te haya gustado...
-¿Que me haya gustado? ¡Me encanto!
Kelly abrazó a Ed y lo lleno de besos.
-Tan solo imaginate esto, tú y yo en el altar, y luego ¡Felices por siempre!
-¿Que tal suena "Señora Kelly de Pevensie"?
-Suena hermoso, Ed... es como un sueño.
Kelly se abrazó de Edmund y acomodo su cabeza en el hombro de su novio.
-¿Crees que a tus padres les agrade la noticia?-preguntó Edmund.
-Claro que sí, ya sabes como son... ¿Y los tuyos?
-Mis padres ya saben y están muy contentos por nosotros.
-¡Quiero ver la cara que pondrán Adela y Ryan!
-Por lo menos Ryan ya lo sabe, ayer se lo conté ya que ambos fuimos a jugar rugby... Alguien de los jugadores me pegó en la rodilla y ahora me duele demasiado.
-Será mejor que llamé a Angie para que te haga un masaje ¿No?
-Pues, ella hacía los mejores masajes del mundo.
-Entonces, ¿Por que no te casas con ella?
-Porque estoy enamorado de una chica que no sabe hacer masajes.
Kelly sonrió de oreja a oreja, hasta que Edmund le dice:
-Ya me tengo que ir, le prometí a Peter que llegaría temprano...
-Esta bien...
-Apenas llegué, prometo venir a verte.
-Y ¿Que tal si yo voy a buscarte?
-No, ni lo sueñes. Yo vendré por ti, te lo prometo.
Kelly volvió a sentir ese horrible dolor en el pecho.
Soltó un pequeño gemido de dolor y el chico de preocupo.
-Kelly, en serio, creo deberíamos llamar a un doctor.
-Me recostare en la cama y ya se me quitara...
-¿Segura?
-Sí, lo prometo.
Kelly fue a dejar a Ed hasta la puerta y antes de que se fuera, tomo su mano.
-No estés mal por mí, linda-decía Ed- Mañana volveré por ti y planearemos nuestro futuro... juntos.
-Es que... no me gusta separarme de ti, me hace sentir mal.
-Volveré, ni siquiera es necesario decir "Adiós".
Kelly abrazó a Ed con todas sus fuerzas y luego besó su frente.
-Nos vemos mañana, ¿Sí?
-Nos veremos mañana y por el resto de nuestras vidas.
Sus manos comenzaron a soltarse de a poco.
El dolor de Kelly se hizo mas profundo, pero lo disimulo lo mas que pudo para no preocupar a su novio.
-Te amo.
-Yo te amo mas...