Cap. 25 (FINAL)

Era un nuevo día, ya eran las 9:30 am. Kelly se sentía mucho peor que ayer.
No solo la retorcía el dolor de pecho, también la invadía las ganas de vomitar y caer desmayada en cualquier parte.
Maquillo su cara y se vistió muy bien, para que sus dolores pasaran desapercibidos en el conservatorio, pero Tom de inmediato le pareció extraña su situación.
-Creo que deberías ir a visitar un doctor. Realmente luces muy pálida.
-Tal vez tengas razón, pero es que...
El profesor notó el extraño estado de Kelly, y de inmediato le dio permiso para retirarse antes.
-¿Quieres que llame a tus padres?
-En casa no hay nadie, iré a la casa de una amiga, ella me llevara al doctor.
-Esta bien, si te sigues sintiendo así, no asistas mañana por tu bien y mejor te envío nuestros trabajos por medio de Tom, ¿Sí?
-Gracias, profesor.

Ya eran 10:15 am.
Kelly se dirigió a la casa de Adela, casi apenas sosteniendose en sus piernas.
-Kelly, ¡Que grata sorpresa!... Oh, espera, luces muy mal. Entra, entra...
La chica se sentó en un cómodo sofá.
-¿Que sucede, Kelly?
-Me siento muy mareada, Adela... casi siento que me voy a morir.
-¡Kelly, estas embarazada!
-Adela, no digas locuras... Me siento mal porque tengo una sensación muy mala dentro del cuerpo. Tengo la intuición de que ocurrirá algo malo...
-¿Algo malo? ¿Como que?
-Realmente no lo sé... pero tiene que ver con Edmund, me tiene muy preocupada.
-¿Por que?
-Ayer en la noche viajo al campo junto con Peter y se supone que hoy, a las 12 am vuelve.
-¿Eso te tiene preocupada?
-Pues... sí.
-Deberías tomar una siesta... ¿Sabes que? Iré a prepararte un café, Kelly, para que calmes tus nervios.
-Suena bien.
Adela fue a la cocina a preparar un café para su amiga, en dos minutos ya estaba listo... pero cuando volvió encontró a la chica durmiendo plácidamente sobre el sofá.
-Necesitabas relajarte un poco, Kelly-dijo Adela dejando el café a un lado y cubriendo a su amiga con una manta.

Rato después...

-Dios, ¿cuanto tiempo dormí?
-Pues, ya son las 11:30 am.
-Con que las 11:30 am...
-¿Ya te sientes mejor?
-Yo supongo... Adela deberíamos ir a esperar a Edmund a la estación de trenes.
-Cuando lleguemos va a ser muy tarde...
-¡Toma el auto de tu padre y llegaremos enseguida!
-Kelly, si mi padre se entera intentara estrangularme y luego...
-Dile que fue una emergencia, que necesitabas llevarme al doctor urgente, pero ¡Porfavor, vamos!
-Esta bien, esta bien.

Ambas se levantaron de sus asientos y se subieron al auto del padre de Adela.
-¿Es eso... un anillo de compromiso?-preguntó curiosa al ver la mano de su amiga.
-¡Oh, si! Había olvidado decirte ya que los nervios me estaban consumiendo...
-¡Kelly, te casaras con Edmund! ¡Eso es increíble! ¡Felicitaciones!
Dentro del auto se formo un alboroto tremendo de abrazos y gritos de emoción.
Al pasar de unos minutos, Adela echo a andar el auto y fueron camino a la estación.

11:55 am.

-¡Ve a la estación por mientras!-exclamó Adela, algo molesta por el lento transito de los autos-Yo iré a estacionar el auto y luego voy por ti.
-Gracias, Adela-dijo Kelly abrazando a su amiga.
-Apresurate, de seguro Edmund ya llegó.
Kelly se bajó del auto y echó a correr hasta llegar a la estación de trenes.
Una vez que llegó, su corazón latía cada vez mas fuerte y sentía que los nervios se la iban a tragar.
Comenzó a bajar las escaleras, pero se detuvo al alcanzar a ver a Edmund junto a Lucy y Peter, sentados cerca del anden, como si estuvieran esperando a alguien.
Lucy vio a Kelly en las escaleras, y de inmediato le aviso a su hermano.
Edmund llevó su mirada donde la chica, y sus ojos brillaron al verla.
-Kelly, ¿Que haces aquí?-preguntó Ed.
La chica no pudo escuchar lo que dijo, debido a la distancia y un horrible ruido de un tren que venía aproximandose, pero igual pudo leer sus labios.
-Vine a buscarte-respondió ella.
Edmund también pudo comprender lo que dijo, pero luego miro el anden y la expresión de su rostro cambió.
-¡Te amare por siempre!-gritó Ed.
La chica sintió que algo la empujó y a la vez que ella misma tropezó con las escaleras que se movieron repentinamente, un ruido ensordecedor de trenes y gritos de personas llenaron sus oídos. Ella solo cerró sus ojos.

Una semana después...

"Kelly, tu novio y su familia fallecieron en un choque de trenes que hubo en la estación"
Esa frase la escuchaba una y otra vez en su cabeza, y a la vez, le recordaba su sufrimiento.

La chica intentaba tocar el piano, pero no podía, su cabeza solo giraba en torno a lo que había pasado.
-¿Como estas de tus piernas?-preguntó Adela, apareciendo sorpresivamente en la casa de Kelly.
-Mucho mejor. Gracias, Adela-contestó Kelly con la sonrisa mas falsa que pudo haber sacado en su vida.
-No es necesario que me sonrías-dijo Adela acariciando el cabello de su amiga- Se como te debes sentir.
Kelly se abrazó de su amiga y comenzó a sollozar.
-Lo único que quiero es llorar, llorar y continuar así-decía Kelly-Y en las noches me pregunto, ¿Por que no me paso a mi también? No puedo imaginar mi vida sin él, Adela.
-No te sucedió a ti porque así lo decidió el destino-dijo Adela secando las lagrimas de su amiga.-Ed debe estar disfrutando de un lugar mejor junto a sus seres queridos.
-Pero yo no puedo estar sin él...
-Él estará contigo siempre, aunque no me lo creas, se convertirá en tu ángel guardián.
-Adela, creo que nunca superare lo que paso.
-Nunca lo superaras pero sabrás vivir con el dolor, porque tú eres una mujer muy fuerte.
-¿Realmente crees eso?
-¡Claro que sí! ¡Y siempre lo he creído!
-No sabes cuan importante eres para mí, Adela.

Al otro día...

"Es la primera vez que voy a visitar tu nuevo hogar, Ed"-pensó Kelly mientras caminaba al cementerio.
Corto muchas flores antes de salir para colocarle a Ed y el resto de su familia.
Kelly se quedó frente a la tumba del cual era su prometido, tratando de buscar un lugar para colocar sus flores, ya que ya estaba repleto de estas.
Luego leyó: "Aquí yacen los restos de Edmund Pevensie de 19 años, penúltimo hijo del matrimonio Pevensie" y su corazón se rompió en pedazos.
-¿Por que teníamos que llegar a esto, Ed?-preguntó Kelly- ¿Por que había que terminar de esta manera?
La chica se sentó frente a la tumba de su amado.
-Me prometiste, que nos veríamos, mañana y siempre... Y ahora, no me gusta la manera en que te estoy viendo.
Kelly cerró los ojos y comenzó a recordar, el día en que lo conoció y se hicieron amigos, cuando él le hablaba acerca de Narnia, cuando iba a alentarlo en los partidos de rugby, cuando le presento a su familia, y cuando comenzó a mirarlo como algo mas que amigo...

-Hola, Kelly-dijo una voz femenina.
Kelly volteo y se dio cuenta que era Susan.
-Hola, Susan ¿Como te encuentras?
-Para serte sincera, realmente no lo sé...
Susan puso una rosa cerca de una foto en que aparecía Edmund.
-Elegí esa foto porque luce muy feliz-contaba Susan-Era su primer día en el equipo de rugby de su antigua escuela.
-Lo recuerdo como si fuera ayer.
-Al parecer lo querías de verdad...
-Lo amaba... aun lo hago.
-Perdoname por ponerlo en duda.
-No te preocupes, te entiendo perfectamente, eres su hermana mayor y deseabas protegerlo.
-Tu anillo... ¿Es de compromiso?
-Sí... Ed me había propuesto matrimonio el día anterior de la tragedia.
-Maldito accidente, como lo maldigo, arrasó con toda mi familia y ahora me siento tan sola sin ellos...
-Te entiendo, Susan... si a veces necesitas alguien que te haga compañía, puedes visitarme sin temor.
-Gracias, Kelly, pero en un par de días me iré de aquí.
-¿Donde?
-Me voy a Estados Unidos, me iré a vivir con Angie, en el tiempo en que ella estuvo aquí terminamos siendo buenas amigas. Realmente me hace pésimo estar aquí.
-Te entiendo...
-Prometeme que no dejaras de venir a visitarlos a cada uno, no quiero que sus tumbas luzcan olvidadas.
-Jamás lucirán olvidadas, te lo prometo.
-Gracias, Kelly.
Esa misma tarde, Susan invito a la joven a su casa, para que tomará algunas pertenencias de Edmund si es que quisiera.
Una vez que llegaron, notaron lo vacío y extraño que se sentía la casa.
-Iré a preparar unos cafés a la cocina, si quieres... puedes subir a la habitación de Ed.
-Esta bien.
Kelly sentía que las piernas la traicionaban mientras subía las escaleras, luego avanzo por el pasillo y abrió la puerta de la habitación.
Empezó a sentir ese horrible dolor de nuevo en el pecho al ver todas las pertenencias de Edmund.
Se sentó sobre la cama y miró las fotos del escritorio. Había una que salía ella misma.
En uno de los cajones encontró una libreta de notas, le fue inevitable no hojearla.
Tenía escrito cosas que debía hacer, a veces sentimientos, otras pequeños dibujos de sus hermanos y en diez hojas salía escrito el nombre de Kelly una y otra vez.
Cerró la libreta y fue directo al armario. Ahí seguía su ropa, sopló un poco para quitar el polvo y luego tomó una camisa celeste.
La puso encima de su ropa para sentir esa fragancia de Ed y se dejó caer en la cama.
Extrañamente aparece un gato a su lado, Kelly supuso que Susan había dejado las ventanas abiertas y que por ahí podía haber entrado.
-¿Que haces por aquí, amiguito?-preguntó Kelly acariciando la melena del gato.
El minino, de color dorado, solo respondió con un "miau".
El gato se dejó acariciar varios segundos y luego bajó de la cama.
-¿Donde vas?
El gato estaba entrando al armario.
-¡No, no. Ahí si que no!
Kelly se levantó de la cama, avanzo hasta el armario para sacar al gatito y tropezó, cayendo dentro de este.
El horrible dolor en su frente, desapareció en tres segundos y el duro material de madera fue cambiado por un suave césped.
La chica de a poco, abrió sus ojos, y no se encontraba en la habitación de Ed, si no en un hermoso lugar lleno de césped y el cielo era aun mas azul que donde vivía.
-Parece que me golpe muy fuerte la cabeza-dijo Kelly pestañeando con fuerza una y otra vez-Lo mas extraño es que no siento dolor después de ese tremendo impacto.
Luego comenzó a refregar sus ojos con las manos, cuando escucho que alguien le dijo:
-Voltea, estoy aquí atrás tuyo.
Esa voz, la conocía perfectamente, le produjo una electricidad por todo el cuerpo. Volteo con lentitud y se encontró con Edmund. Mas a lo lejos se veían muchas personas... y diferentes tipos de personas.
-Esto no puede estar pasando-dijo Kelly sin creerlo-¡Susan, Susan!
-Kelly, creelo- dijo Edmund con su adorable sonrisa-Soy yo, Ed.
La chica, sin pensarlo mas, corrió a los brazos de Edmund y juntos cayeron al suave césped.
-¡Edmund! ¡No puedo creerlo!-exclamo la chica casi sin contener la respiración.
-Esto es muy real, te lo juro-dijó Ed.
-No sabes cuanto te he extrañado y te he llorado.
-Kelly, estoy en un lugar mucho mejor y lo puedes comprobar con tus propios ojos.
-Pero, ¿Donde estamos?
-¿No te imaginas donde?
-Pues... ¿El paraíso?
-Estamos juntos en Narnia, como siempre lo quisiste.
Ambos se levantaron del suelo y Kelly miro detalladamente quienes estaban mas a lo lejos. Cientos de Reyes, faunos, minotauros, centauros, animales de tamaño mas grande y enanos.
-Imposible-dijo Kelly.
-Allá esta el fauno Tummus, el de bufanda roja... Junto a él, esta la pareja de castores... Mas allá esta el enano Trumpklin, atrás de él, esta el Rey Caspian Decimo tomado de la mano de su esposa, ¡Ella es una estrella aunque no me lo creas!... Y mas adelante están Peter y Lucy, también Eustace y su amiga Jill, la tía Polly y el profesor Digory.
Kelly levanto la mano y empezó a moverla de un lado a otro, saludando a los narnianos. Ellos respondieron de la misma manera.
-¿También estas junto a ellos? ¡Es increíble!
-Claro, Kelly.
La chica miro detalladamente la vestimenta de Ed y dijo:
-Luces como un verdadero rey.
-Una vez rey en Narnia, eres rey para siempre.
-Oh, me había olvidado por completo de esto-dijo apuntando el collar en el cuello de Edmund.
-Tiene tu fragancia y me hace pensar a cada momento en ti...
-¿Seguro que estas bien aquí? Si tú estas bien, yo podré estar bien donde sea.
-¡Claro que lo estoy, Kelly! Y yo necesito que me prometas que estarás bien sin mi.
-Eso es bastante imposible...
-Claro que no... Estaré contigo donde quiera que vayas, estaré desde aquí observandote y no dejaré que nada malo te pase. Quiero que seas feliz, por mi y por ti.
Kelly abrazó a Ed y lo besó.
-¿Como llegaste aquí?
-Pues, estaba en tu habitación y apareció un gatito, luego se metió a tu armario y lo seguí... y ¡Pum!
-¿Te refieres a ese gatito?
La chica miró hacia atrás y se encontró con un inmenso gato. Mas bien era un León.
-Bienvenida, Edmund me ha hablado mucho sobre ti...
-¿Aslan?
-Haz acertado, Kelly.
-Pero... ¿Yo me quedaré aquí para siempre... junto con Edmund?
-Me temo que no es así, linda... Te he permitido venir por algunos instantes, solo porque Edmund me pidió traerte para poder despedirse de ti.
Le fue inevitable a Kelly poner un rostro de tristeza.
Edmund la abrazó, la acarició y luego la besó.
-Estaré bien, te lo prometo, pero tú también debes prometerme que lo estarás.
-Te lo prometo, Ed... Juro que así será.

La joven se alejó lentamente de Ed y se acerco al enorme león y lo abrazó también.
-Gracias, Aslan- dijo ella.
El León asintió suavemente con su cabeza.
Ambos jóvenes se miraron con una dulce sonrisa.
-¿Nos volveremos a ver?-preguntó Kelly aguantando sus enormes ganas de llorar a mares.
-Kelly, me veras en la cara de alguien mas dentro de unos cuantos meses mas.
-A que te...
La chica aun no terminaba su pregunta cuando un tremendo esplendor consumió su vista. En cosa de segundos, estaba devuelta en la habitación de Ed... y junto al gato.
-¿Que fue lo que me quiso decir Ed?
El gato, solo respondió con un maullido, pero de alguna forma que quizá nunca logremos saber, la chica comprendió lo que quiso decir el gato. Aslan se lo hizo entender: "Estas embarazada, Kelly. Vas a tener una hermosa vida junto a tu hijo, la vida te depara muchas cosas".
El gato por una ventana de la habitación dio un gran salto y se perdió. Kelly no aguantaba las ansias por contarselo a Susan... a todos.

2 Narnianos han comentado, ¿Qué esperas tú?.:



@Alem12 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
@Alem12 dijo...

Es muy linda pero lamentable mente tuvo ese fina feliz para otros pero triste para mi :(
Iba a e pesar a llorar pero esta mi madre y mi hermana y me iban a dar por loca

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