Cap. 19

Semanas después...


Edmund visitaba constantemente a su novia, pero ella siempre repetía frases como: "estoy cansada", "otro día, por favor" o "quiero dormir". Lo cual lo hacía sentir muy mal en su interior, y solo respondía: "esta bien, lo comprendo".

Él lo único que quería era pasar tiempo con ella, ya que sabía que le quedaba muy poco tiempo para estar con su novia, pero ella no respondía de la misma manera.

-Ed, por favor... estoy muy cansada.-dijo la chica en medio de un bostezo.

-Lo sé, siempre lo estas.

Kelly estaba tirada en su cama y él la miraba desde una esquina de la habitación.

-Veamonos otro día, ¿sí?-propuso la joven.

-¿Cuando? ¿Una vez que yo ya este en la guerra?

Kelly se levanto lentamente de su cama y su actitud cambio, a una molesta.

-¿Por que dices eso?

-Porque últimamente no hacemos nada juntos.

-Lo siento, he tenido muchas cosas que hacer durante el día que...

-Siempre estas cansada-interrumpio a Kelly-y eso me esta cansando a mí.

-¿Que quieres decir?

-Que me estoy aburriendo de lo nuestro. ¡Pareciera que ni siquiera fuéramos una pareja!

-Edmund, eres un inconsciente.

-Tú eres la inconsciente que a veces se le olvida que en cualquier momento me iré de aquí... ¿Realmente crees que esto puede continuar así?

Edmund, casi echando humo de la cabeza, salió volando de la habitación de Kelly... Ella lo siguió para tratar de detenerlo y apaciguar las cosas.

Apenas abrió la puerta se encontró con una gran e incomoda sorpresa.

-Hola-era Tom, y en su mano sosteniendo un hermoso clavel-¿Esta Kelly en casa?

Antes de contestar, Edmund lo mira de pies a cabeza. Un sofisticado joven, que se notaba que era de una clases acomodada.

-¿Quien eres tú?-pregunto Edmund, imaginandose lo que cualquiera en su lugar, hubiera pensado.

-Oh, perdón por no presentarme-dijo amablemente el chico-Yo soy Tom, y soy compañero de Kelly en el conservatorio, Tú debes ser su primo o algo así, ¿no?

Edmund se volteo a ver la cara de la chica, buscando una respuesta. Llego en el momento menos apropiado.

-Oh, Kelly ahí estas-dijo Tom-Vine para practicar la melodía en piano.

Ella, confundida, no sabía que decir, hasta que Edmund le dice:

-Tienes tiempo para cualquier otra persona, menos para mí.

-Ed, no pienses así...

Él, molesto salió de la casa, esquivando a Tom al pasar, monto su bicicleta y se fue a todo pedal hasta su casa.

-¿Que le sucede a él?-pregunto Tom, inocentemente.

-Acabas de aumentar mi pelea con mi novio-respondio Kelly.

-¡Oh! ¡Lo siento mucho, no fue mi intención!

-Tom, ¿Que haces aquí? ¿Y que haces con un clavel en tu mano?

-Pues... venía a ensayar contigo la canción en el piano... y el clavel...pues, olvidalo ¿si?

-Tienes razón... lo había olvidado por completo.

-Si quieres... lo podemos dejar para otro día...

-No, sería descortés de mi parte. Ven, entra a casa.

Tom dejó caer el clavel fuera de la casa...


Al otro día.


Edmund se reunía con sus ex-compañeros de la escuela para un sencillo partido de rugby, como en los viejos tiempos, no llego con el mejor animo pero si con toda la disposición para compartir con amigos que no veía hace mucho tiempo. Trato de aparentar que estaba muy bien.

-¿Vendrá Kelly?-preguntó Ryan, antes de comenzar el partido.

-No creó-respondío Ed.

-¿Algo anda mal entre ustedes?

-Todo anda mal.

Justo el entrenador dio la orden de empezar.

Ambos recordaron los viejos tiempos, jugando y divirtiendose.

Edmund miraba cada minuto afuera de la cancha, teniendo la ilusión de que Kelly estaría ahí, mirando, sonriendo y alentandolo, como lo hizo alguna vez. Pero eso solo corría por su mente, ya que ella se encontraba tocando una melodía de piano, para Adela, en su casa. Ademas de sumarle que olvido por completo el partido de rugby de su novio... si es que aun lo eran.

-¿Como va todo con Edmund?-Pregunto Adela, una vez que su amiga dejó de tocar el piano.

Antes de responder, la delgada chica dio un profundo suspiro y respondió:

-Ayer tuvimos una fuerte discusión.

-¿Por que?

-Porque yo no he tenido tiempo de nada... ni siquiera de juntarme con él a caminar por las calles, como lo solíamos hacer antes-explico Kelly-Ayer exploto por toda esta situación, junto con sumarle, que justo apareció Tom en mi casa y Edmund mal interpreto todo.

-Kelly, ¿realmente no sucede nada con ese tal Tom?

-¿Que estas tratando de decir?

-A veces siento como si el fuera tu novio, ya que pasas mas tiempo con ese chico y me hablas sobres las cosas que hiciste con ese chico durante el día.

-Adela, Tom es mi amigo y compañero en el conservatorio.

-Pero, ¿aun amas a Edmund? A veces creo que últimamente se ha vuelto una especie de estorbo para ti.

-Pues...-Kelly sentía que el corazón se le caía a pedazos- Lo que yo creo es que no tengo ganas de tener una relación amorosa por ahora, tan solo mirame, ¡Estoy tan cansada de todo! Me siento sin ánimos, sin ganas de hacer algo...

Tan solo mirar la dilatada cara de Kelly y su frágil cuerpo bastaba para creerle.

Apoyo su cabeza sobre el piano, produciendo un enredo de notas horrible y comenzó a llorar.

-Si no quieres algo con él, solo dejalo- dijo Adela acariciando el cabello de su amiga-Es lo mejor y lo mas sincero que puedes hacer en estos momentos de confusión. Tendrás tiempo para pensar y hacer mejor las cosas.


El partido había terminado. Edmund con sus amigos la habían pasado muy bien... pero en su interior, se seguía sintiendo horrible.

Su corazón se detuvo al sentir tras su espalda la contextura de una mujer, y unas suaves manos que cubrieron sus ojos delicadamente.

-¿¡Kelly!?-exclamo Edmund, muy emocionado.

-No, no lo soy-dijo ella.

-¿Angie?-dijo Edmund, reconociendo su voz de inmediato.

Ella quito las manos del rostro de Edmund, este voltio y efectivamente era ella.

Una gran sonrisa despertó en la cara de ambos jóvenes y espontáneamente se abrazaron.

-¡Tanto tiempo!-exclamó Angie.

-¿Que... que haces tú aquí?-pregunto Edmund confundido y a la vez muy contento.

-Pues, ¿Kelly no te lo dijo?

-¿Decirme que?

-¡Oh, olvidalo! ¡Quiero ver a Kelly! ¿Donde esta ella?

-En su casa, tal vez..

-¿Estas queriendo decir que no vino a verte?

Edmund bajo su mirada, solo se quedo mirando los hermosos zapatos de material fino de Angie.

Una muchedumbre se acerco a ellos en ese momento, para saludar a Angie. La mayoría de quienes estaban ahí lo reconocieron de inmediato, un festival de abrazos y saludos se inicio en ese momento. Los piropos fueron inevitables entre los chicos que rondaban a Angie.

Una vez que todos se despidieron, Edmund invito a Angie a su casa.

-¿Que te trajo a Londres otra vez?-pregunto Ed mientras iban lentamente caminando por la calle.

-Tú, Kelly y el resto de los maravillosos amigos que conocí aquí-respondio ella.

-Sigues igual de noble que siempre...

-Oh, ¿Vamos a casa de Kelly?

-Pues... No lo sé.

Hubo una pequeña pausa.

-¿Esta todo bien con ella?

Edmund se sentó en el banquillo mas cercano que encontró, y la chica a su lado.

-Todo esta mal, Angie... y no se que hacer con esta situación.

-¿Todo esta mal?

-Pareciera que Kelly ya no me quiere, como me quiso alguna vez.

-Pero ella te ama...

-Angie, tú no has estado aquí estos últimos años...

2 Narnianos han comentado, ¿Qué esperas tú?.:



Anónimo dijo...

lindo n.n continua por favor

gaby keynes hale cullen dijo...

uuuuuuuuu esa kelly ya me esta cayendo mal .......... pero continua pliss

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